Corren tiempos de mal rollo, de malas vibraciones. Lo siento, lo noto, lo se. Son muchos detalles, muchísimos. Emitimos negatividad y a mi me llega.
Hacemos esfuerzos por parecer que todo sigue igual que hace unos meses, que hace unos años, pero no lo conseguimos, porque no es cierto. En cuanto nos quedamos solos emitimos negatividad.
En realidad no tenemos que hacer los esfuerzos que realizamos para simular algo que no es.
Lo que tenemos que hacer es ser optimistas, al menos intentarlo con fuerza, porque eso nos hará ser positivos y mejorará mucho el ambiente general. Al menos los que no hemos perdido algo realmente importante (hay gente que si, que lo ha perdido casi todo, trabajo, ingresos, vivienda, etc.).
Esa minoría mezquina y egoísta, los que especulan con las vidas de los demás, los que presionan y quieren tener siempre dominado al resto, esos nunca desaparecerán, seguirán emitiendo negatividad. Pero se trata sólo de una minoría, su mal rollo, sus malas vibraciones nunca dominarán el ambiente general de nuestra sociedad, sólo el de aquellos individuos que en algún momento se interpongan en su camino.
Nosotros, la mayoría, que lo que queremos es únicamente vivir, que amamos la vida, nosotros, tenemos que levantar esto, es necesario.
Optimismo, arranque, ganas de pelea. Nadie dijo que vivir siempre es fácil, pero tiene enormes recompensas, aunque sean puntuales, aunque sean cortas...
Hay que esmerarse, ¡adelante!! tenemos que levantarnos cada día sabiendo que estamos vivos, que tenemos gente a la que querer, que tenemos salud, incluso ser conscientes de que comer y dormir es una necesidad que tenemos cubierta. Eso tiene que darnos fuerzas para convertir negatividad en positividad.
¡Animo! El hacer desaparecer esta sensación de mal rollo es un asunto solo nuestro, como colectivo.
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