Francia, una iglesia, una catedral, siempre abierta, gratuitamente, desde muy temprano hasta bastante tarde, puertas abiertas de par en par. Gente deambulando por ella libremente. Carteles en los que se indica que se ruega no visitar mientras que se esté celebrando una misa. Igual en la Catedral de Nantes que en una iglesia de Saint-Malô.
España, tanto en Madrid como en la inmensa mayoría de pueblecitos, las iglesias siempre cerradas salvo cuando se está celebrando una misa, al cabo de 5 minutos de finalizar siempre aparece alguien diciendo de voz muy alta y frecuentemente en tono desagradable: "Abandonen el recinto, el templo se va a cerrar". Hay cinco minutos para visitarlas. Catedrales, como por ejemplo la de Sevilla, se puede visitar casi a cualquier hora pero pagando 8 eurazos por persona. La de Teruel, una pequeñez preciosa, lo mismo.
¿A que juega la iglesia católica española? Me lo he preguntado muchas veces y no encuentro explicación que me satisfaga, no la encuentro. No me vale la disculpa de "amenaza de expolio" en la que se amparan.
La imagen que me da la iglesia católica francesa es bonita, abierta y amistosa, la que me da la española es oscura, ruin, cerrada.
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