jueves, 9 de junio de 2011

Investigacion XIII


 
El lunes por la mañana la vi, en la puerta del Metro de mi barrio, dando las últimas caladas a un cigarrillo. 

Me gustó verla, que estuviera allí. Ahora no coincidimos todos los días, ni siquiera la mayoría. La echaba de menos, esa figura desgarbada, vulgar, neutra, que un día, durante unas horas, fue la mía. 

Me quedé cerca de ella a la espera de que tirara el cigarrillo y cuando lo hizo, la seguí, bajé las escaleras mecánicas y entré en el andén, cerca de ella, muy cerca, casi íbamos juntos. Me senté a su lado en el vagón. Volvió la cabeza y me miró, pero nada cambió en su rostro. Así seguimos hasta la estación en la que habitualmente bajamos para hacer el cambio a la línea 7. Pero esta vez ella no se movió, yo me bajé pero ella continuó sentada, camino hacia otro lugar.

Hoy miércoles la he vuelto a ver, esta vez en el anden. Me he acercado y dirigiéndome a ella la he dicho "hola". Me ha mirado y con una enorme frialdad, sin un gesto, me ha contestado "hola", se ha quedado mirándome durante unos instantes y ha vuelto la cabeza.

De nuevo me he sentado a su lado en el asiento del vagón y he permanecido todo el camino junto a ella,  callado, mirándola de vez en cuando. Cuando estábamos llegando a la estación en que cambio de línea, un poco antes de que las puertas se abrieran, me he vuelto hacia ella y la he dado un beso en la mejilla, luego la he sonreído, una sonrisa de cariño, y me he ido.

Si alguien se ha fijado en nosotros no quiero que piense lo que yo pensé una vez.

Al despedirme de ella, al besarla, me ha mirado, fríamente, pero me ha mirado, aunque sus ojos me han dicho que no reconocían a nadie en mi.

Pero justo cuando ya salía del vagón, cuando había traspasado la puerta, he vuelto la cabeza para mirarla. Tenía fruncida la comisura izquierda de los labios dibujando una suave sonrisa burlona en su cara. Ese simple gesto me ha llenado de alegría, me ha reconfortado.

Volveré a verla más veces, seguro.  

¿Quién es? Sería un reto para mi poner en marcha mi imaginación para poder saberlo.

Quizás lo haga. O no.