martes, 16 de diciembre de 2014

El poder de una mirada



Hoy casualmente he visto una fotografía y he recordado el poder de una mirada.

Hay miradas que acojonan, directamente. Hay miradas que te levantan el animo, miradas que amas, miradas que te hacen sonreir, claro que otras pueden hacer que tu alma, al menos, llore.

En algunas ocasiones algunas te harán sentir bien, otras te angustiaran. Unas transmiten inteligencia, ya sea normal o infinita, otras transmiten tontuna.

Las hay tiernas, suplicantes, felices, tristes. Su tipología es incontable.

Muchas veces, no siempre, cuando ves la cara de alguien que no conoces, su mirada le definirá ante ti, aunque te equivoques, en mi caso pocas veces.

Me gustan muy poco las miradas esquivas o las que ni siquiera existen, porque su dueño nunca las exhibe ante ti, baja los ojos, siempre.

Tampoco me gustan las desconcertantes, aquellas en que la mirada te indica una cosa y el gesto de la cara todo lo contrario. No. No me gustan. A menos que conozca a la persona y sepa que está pasando por un trance difícil.

Me encantan las miradas francas, indiquen lo que indiquen. Esas siempre enamoran.

Mirad las miradas. Haced que miren vuestras miradas.

Tenedlas muy en cuenta.

Son parte importante de nuestra vida.
 
 
 
 

No hay comentarios: