miércoles, 3 de diciembre de 2014

Una fabula sobre la solidaridad (o la falta de ella)



Lo que está escrito aquí abajo me lo ha enviado esta mañana una amiga. ¡Gracias Nines!

Creo que hay mucho de verdad en ello. Siempre he pensado que la solidaridad es necesaria y que se debe prestar de forma altruista, pero si alguien no piensa así después de leer lo de abajo quizás se de cuenta que aunque solo sea por puro egoísmo, ¡debe ser solidario!

Ahora en los tiempos que corren tiene aun mucho más sentido.

Fábula.

Un día, el ratón mirando por un agujero de la pared vio al granjero y a su esposa abrir un paquete. 
Quedó aterrorizado al ver que era ¡una trampa para ratones! 
Fue corriendo al patio a advertir a todos. ¡Hay una ratonera en casa! ¡hay una ratonera! 
La gallina que estaba cacareando y escarbando le dijo: 
- disculpe señor ratón yo entiendo que es un gran problema para usted, pero a mi no me perjudica en nada
Entonces fue hasta el cordero y le dijo lo mismo: 
- disculpe señor ratón pero no creo poder hacer algo mas que pedir por usted en mis oraciones
El ratón se dirigió a la vaca y ella le dijo: 
- ¿pero acaso estoy en peligro? ¡pienso que no! 
El ratón volvió a la casa preocupado y abatido para intentar encarar solo la ratonera del granjero. 
Aquella noche se oyó un gran barullo, el de la ratonera atrapando su víctima.
La mujer corrió a ver qué había atrapado. En la oscuridad no vio que la ratonera había trapado la cola de una serpiente venenosa que veloz e inesperadamente mordió a la mujer.
El granjero la llevo inmediatamente al hospital, de done volvió con fiebre alta. 
Para reconfortarla, el granjero le preparo una nutritiva sopa, agarró el cuchillo y fue a buscar el ingrediente principal: la gallina.
Como la mujer no mejoraba y los amigos y vecinos iban a visitarlos, el granjero mató el cordero para darles de comer.
La mujer no llegó a reponerse y murió, el esposo envió la vaca al matadero para conseguir dinero para cubrir los gastos del funeral.



La próxima vez que alguien te cuente su problema y creas que no te afecta por que no es tuyo y por lo tanto no le prestes atención, piénsalo dos veces. El que no vive para servir no sirve para vivir. 
El mundo no anda mal por la maldad de los malos sino por la apatía de los buenos. 

Por lo tanto cuando alguien necesite tu ayuda debido a sus problemas, tiéndele la mano o dale una palabra de aliento...




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