Me gustan estas mañanitas, me gustan mucho, ahora que ya no hace ese frío intenso de hace unas semanas.
Salgo del metro y hay luz, el cielo está azul, la temperatura es simplemente fresca, claro, si vas correctamente abrigado.
La gente camina con la cabeza alta, el gesto puede ser distinto dependiendo del humor que tengan, pero vamos con la cara levantada.
Una madre con su hijita de 4 o 5 años, saltando, con carilla de sueño y una media sonrisa, como la que tienen siempre los niños cuando están serios. Bueno no se si media, un cuarto o la décima parte, pero los niños normales, los que no sufren, siempre tienen un trocito de sonrisa en la cara.
La madre la lleva de la mano y su cara refleja algo intermedio, o fundido, entre serenidad y felicidad. Se da cuenta de que me fijo en la niña y siente orgullo, es su hija y es muy rica y muy guapa.
¿Habrá algo más grande en la vida que tener un hijo?
Una pareja de hombres maduros, vestidos como de operarios de algo, caminan, cruzan la calle por el paso de cebra. Tienen las caras curtidas y van con gesto optimista y concentrado. No hablan, van juntos pero no hablan. Van concentrados, ambos, en algún pensamiento. Imagino que están cerca del trabajo y están concentrados en lo que van a tener que hacer esta mañana.
El sol está bajo, muy bajo, normalmente en invierno está bajo todo el día, pero ahora lo está especialmente. Esta luz casi paralela al suelo, da un toque muy especial a los árboles, al asfalto, a los edificios, a los coches aparcados…
Pronto va acabar, lo bueno dura poco. Mañana anuncian el comienzo de las lluvias. Bueno, tiene que haber de todo, pero este paisaje de las mañanitas como hoy cambiará radicalmente. Como un día escribí el rojo ya no será rojo, ni el amarillo amarillo. Todo será muy gris, pero dicen que la lluvia es necesaria.
Me gustan estas mañanitas me hacen ser más feliz, si es que puedo serlo.
Me reconfortan de esa sensación triste que me acompaña hace unos días, me duele que sufra alguien a quien quiero.
Viva el sol, viva la luz, ¿podría yo vivir en algún otro sitio?
Amo el sol, amo Madrid, amo este tipo de mañanitas.
2 comentarios:
Me encanta como describes las sensaciones que te produce esta hermosa ciudad. Yo __aunque no sea madrileña__ siento lo mismo.
En cuanto a la lluvia y el sol también dependen de nuestro ánimo. Cuando uno está feliz el día es radiante aunque llueva y hay días de sol que producen melancolía. En cualquier caso, ahora es necesario que llueva para quitarnos la pamela que tenemos sobre nosotros.
Un abrazo _Álvaro__ y sigue deleitando nuestros días con tus hermosas descripciones.
__mag__
Gracias _mag_. Todo el que vive en Madrid es madrileño. Un beso.
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