miércoles, 26 de enero de 2011

Línea 10

Dedicado a una amiga que seguro que sabe porqué.

Linea 10, Metro de Madrid, estación Begoña, primera hora de la mañana, sobre las 07.45, una mujer entre 42 y 47 años no muy agraciada, andares desgarbados, seria como va casi todo el mundo a esa hora de la mañana pensando en lo que le ha pasado el dia anterior o lo que le espera este nuevo dia o cualquier problema que tenga, cambia a linea 7 en Gregorio Marañón, desciende en Parque de las Avenidas y se dirige hacia la calle por las escaleras mecánicas, al llegar al hall de entrada toma la salida de la derecha. Se acaba la descripción porque yo tomo la escalera de la izquierda.

Esta imagen se repite con frecuencia, no todos los días, desde hace muchos meses, con suficiente frecuencia para que inconscientemente se haya grabado en mi cerebro.

Cambia la situación. Esta mujer lleva tres días haciendo parte de su trayecto acompañada de un hombre de una edad aproximada a suya. Un hombre gris, mucho menos serio que ella, con mirada serena, algo risueña aunque dista bastante de serlo. Cuesta trabajo imaginar que van juntos puesto que no se hablan. Una relativa proximidad física y quizás alguna mirada pueden denotarlo. Pero van juntos. Noto en la actitud y sobre todo en el rostro de la mujer una seriedad especial, distinta de la anterior, como de hartura, de amargura, quizás de enfado. El hombre baja del vagón aun en la linea 10, antes que ella cambie a la 7. Cuando el se va, no se besan, ni siquiera se dicen adiós, apenas se miran, bueno, quizás él si desvia su mirada hacia ella antes de bajar del vagón.

¿Qué sucede? Sería un reto para mi poner en marcha mi imaginación para encontrar un porqué.

Quizás lo haga. O no.

2 comentarios:

Claudia Cazorla dijo...

Jaja, Alvaro. Ya veo que además sí has puesto en marcha la imaginación. El metro es un hervidero de personajes, y es divertado ponerse a observar.
Se acerca el día :)
Un abrazo

Alvaro dijo...

En este caso no me puse a observar Claudia, al menos conscientemente. Es verdad lo que digo, la repetición de la situación actuó como un martillo pilón sobre mi cerebro. Un buen día me dió por pensar en qué escribir en el blog y me surgió rápida y espontáneamente.

Creo que sé qué significa "se acerca el día". Ánimo Claudia!