jueves, 26 de mayo de 2011

Ansiedad

  
"Ansiedad de tenerte en mis brazos, susurrando palabras de amor... "

Sí, pero normalmente la ansiedad no es lo que describe la canción de Nat King Cole. La ansiedad hace que exageremos la importancia de algo que nos preocupa, elevandolo al nivel de meta irrenunciable y absoluta. Influye negativamente en nuestra felicidad de vivir, de disfrutar, de deleitarnos con el transcurso del tiempo, que es eso que llamamos vivir. Hace que deseemos nerviosamente el paso rápido de los minutos, de las horas, de los días, de los meses, esperando ansiosamente la llegada de un momento determinado en el que hayamos conseguido... ¿el qué?, algo no perdurable, pasajero, como es casi todo.

Y lo peor es que la ansiedad, además, nos retrasará en la consecución de esas "metas irrenunciables" en las que cree nuestra imaginación. Esa es la paradoja. "Visteme despacio que tengo prisa".

Contra ansiedad, serenidad. Tenemos que darnos cuenta de que la importancia de la mayoría de nuestros deseos es relativa.

No es fácil.

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