Una chavalita rubia y guapa con un flequillo que ya es algo
más que eso cayendo por la parte derecha de su cara y con el pelo recogido
camina hacia su trabajo al lado de su amiga morena, seguro que piensa que va a
ser un buen día en el que le van a desaparecer las dos picaduras de mosquito
que tiene en la cara, las dos se pierden detrás de una esquina después de
cruzar por un paso de cebra. El metro está como todos los días, con bastante
gente con troleys, no en vano es la línea que lleva al aeropuerto. A la salida la
repartidora del QUE! tiene como
siempre un periódico preparado en la mano esperando al primero que llegue y lo
coja, hoy paso por delante sin alargar la mano, no me apetece ojearlo, ¿será
porque ayer eliminaron al Real Madrid? no, seguro que no. Una señora mayor y
muy arreglada aparece por la esquina de enfrente llevando cogido con una correa
un perro blanco, lanudo, gordito y de patas cortas, parecido al del whisky
Black & White, que va moviendo el culo con gracia de un lado a otro
mientras camina al lado de su dueña, va pensando que ya ha realizado lo que
tiene que hacer por las mañanas y ya es hora de volver al hogar, luego dicen
"vida de perro" cuando se refieren a una mala vida... Otra mujer de
como unos cuarenta y tantos arrastra un carrito de la compra verde, que hace
juego con su "barbour", da
una nota de color a la mañana gris, pues lleva un paraguas rojo con lunares blancos,
¡ole el rojo! Mientras tanto las mínimas
y aisladas gotas de agua siguen cayendo, mojan tan poco que la mayoría no lleva
abierto el paraguas. Un anciano con un forro polar viejo y feo camina calle
abajo mirando triste y detenidamente una papelera que se encuentra enfrente del
Mercadona de turno, su caminar es más lateral que frontal, una pierna adelante
y a un costado, luego la otra igual pero al costado contrario, un caminar feo y
cansino, la vejez no debería afear ese tipo de cosas. Se oye el sonido de los neumáticos
de un automóvil deslizándose por el asfalto mojado, se acerca, llega y se aleja
con un venir e ir de sonidos conocidos. Uno de los escaparates está siendo
limpiado con mimo por un hombre joven en camiseta de manga corta que maneja con
destreza todas las herramientas que acostumbra a usar un limpiacristales, está
pensando en el próximo viernes que ha quedado con su pareja para hacer las
cosas que acostumbran a hacer los viernescetes. Ya en la calle ancha se ve más
luminosidad y varios comercios, bares y cafeterías. Un hombre con traje y
corbata camina mirando fijamente su terminal móvil multimedia (o sea su teléfono
3G) y llevando un paraguas naranja chillón pero desvaído bajo su otro brazo.
Que desfachatez el cartel que muestra en su cristal un banco nacional
importante "hay varias soluciones para cada problema pero solo una es perfecta para cada cliente", no se a que estan esperando para darsela. Todo es gris pero la lluvia es fina y muy poco densa, el trabajo
nos espera a todos los que tenemos la suerte de tenerlo. Hacía él voy.
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