lunes, 16 de enero de 2012

¡Qué concierto!



Domingo 15 de enero de 2012, concierto de cámara.

Los Domingos de Cámara en el Teatro Real de Madrid.

Tchaikovski (1840-1893).

Trío en La Menor, op. 50 (a la memoria de un gran artista).

Homenaje a Nicolás Rubinstein, fundador del Conservatorio de Moscú, amigo de Tchaikovski.

Trio con piano, violin y violonchelo.



EMOCIONANTE.

Al que le guste este tipo de música que se lo compre ó lo consiga.

Qué bonito.

Os he encontrado algo:
     

       
La foto es de este día pero no corresponde a este concierto, ya que además en el concierto hubo dos piezas previas de Stravinski (1882 - 1971).
    
   

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Boa tarde-noite Álvaro, te deseo una estupenda semana mientras estoy escuchando de fondo el enlace que has puesto.

Tchaikovski es uno de mis favoritos y te confesaré algo: (ya sé que es muy cuestionado) pero me encanta Wagner.

Luego tengo obras que me elevan, como Carmina Burana.

Un abrazo
__mag__

Alvaro dijo...

Hola _mag_ me alegro porque veo que estás mucho mejor de ánimo. Cuando lei tu entrada sobre los Reyes Magos (Carta XVI) me quedé sin palabras y casi sin aire, no hubiera sabido hacer ningun comentario, ninguno. Es de lo más sombrío y triste que he leido nunca.

Ahora estás mejor, o por lo menos lo que escribes es menos duro.

No soy ningun experto en musica clasica, me gusta la que me gusta, pero llega a emocionarme y dejarme en un estado casi de trance... soy un poco exagerao...

Yo tengo muy buenos recuerdos, aparte del concierto del pasado domingo, de un concierto para piano de Beethoven, creo que el numero 5, y del Bolero de Ravel. Ambos tuve la suerte de escucharlos en el Auditorio de Ppe de Vergara.

Tambien escuché un trocito de los Carmina Burana y me gustó. Sobre Wagner solo lo he escuchado en disco y la verdad es que no ha llegado a entrarme bien, quizás es que no lo he repetido suficiente.

Pero la musica en general me gusta, me relaja.

Que sigas bien, con la moral alta!!!

Abrazos.

Anónimo dijo...

Buenos días Álvaro, te diré que la carta es sólo eso, una carta. Quise llevar a la vida de adultos la similitud que hay con ellos cuando somos pequeños y luego crecemos.
¿Quién no se ha ilusionado y después ha descubierto la realidad?
¿Quién no soñó con algo que nunca existió? Pero mientras duró __aunque fuera un engaño__ fuimos felices.

Las cartas que escribo no siempre reflejan el momento actual de mis emociones __ya lo digo en la presentación__ bien es cierto que sí me baso en vivencias personales o confidencias de otras personas a la hora de escribir. No se puede escribir sobre lo desconocido. La carta tiene un poco de todo.

No estamos solos en la vida aunque a veces vayamos como autistas y llevemos un caparazón para protegernos de no se sabe qué. Todo lo que nos rodea nos influye en el comportamiento o el modo de pensar y actuar.

La mayoría de las veces la vida es _puro teatro__

Un abrazo cálido en esta radiante mañana de sol madrileña.
__mag__