jueves, 29 de septiembre de 2011

Español en Estados Unidos


He estado de vacaciones en Estados Unidos unos días de este pasado mes de septiembre y por supuesto no voy a caer en el error de juzgar a un país entero por una estancia de 13 días en una zona bastante limitada de su territorio. Pero lo que si puedo y voy a hacer es hablar de mi experiencia, de lo que he visto y vivido.

Hablo muy mal inglés, como yo digo  lo "chapurreo", y cuando me hablan, en muchos casos, no lo entiendo, tengo que pedir que me repitan “slowly”.

Durante estos días en California, Nevada, Utah y Arizona he estado mayoritariamente en zonas turísticas, pero también he estado en zonas que no lo eran. En muchos lugares, yo diría la mayoría, he podido entenderme en castellano (o español como prefieren decir otros), sobre todo con acento mexicano, aunque también de otros paises.

En San Francisco, en la tele del hotel, había varios canales en los que se hablaba español, cuatro. Durante mi corta estancia han publicitado la celebración en varias importantes ciudades de Estados Unidos del día de la independencia de México con fiestas importantes en puntos céntricos de esas ciudades. Los ciudadanos de origen mexicano que viven allí han podido celebrar esa fecha importante para ellos, con artistas y famosos de esa comunidad. Esto me ha hecho pensar que los lazos que les unen a su páis de origen, y por lo tanto a su lengua, siguen siendo muy fuertes.

También me ha hecho pensar, confirmar lo que pensaba, sobre cómo los racistas e intolerantes consiguen siempre justamente lo contrario de lo que buscan.

He visto negocios propiedad de personas de origen mexicano, ya no solo se dedican a ser mano de obra barata. Hay un pueblecito precioso en Nevada, en mitad de la nada, que se llama Tonopah. Lo que queda de lo que debió ser un rico e importante pueblo minero. Allí cenamos en un restaurante de comida mexicana en el que los dueños tenían todo el aspecto de ser las personas de origen mexicano que nos atendieron. Hubo más, la mayoría negocios de hostelería o servicios en general, pero no sólo. Tonopah no es un pueblo turístico.

También he de decir que me he encontrado con personas de origen hispano a las que les ha costado hablar conmigo en castellano (aunque lo han hecho) pero ha sido una minoría. La inmensa mayoría conservaban bien el idioma, muy vivo, gente de todas las edades. 

Esa ha sido mi experiencia, ahí me planto. He sacado conclusiones, pero son mías y no las expreso aquí porque quizás no tengan mucho fundamento. Quizás sean más querencias que conclusiones imparciales.

En cualquier caso me alegro de que haya sido así. Es posible, realmente no lo puedo asegurar, que la comunidad hispana ocupe las capas más bajas de la sociedad norteamericana, pero es sólo cuestión de tiempo, si les dejan. Yo espero que si, que les dejen.

Lo que si es cierto es que el paro está afectándola de manera especial.

Un curioso país, si se puede llamar así a Estados Unidos. Muy contradictorio, enormemente contradictorio.

Espero contar más cosas sobre esta experiencia mía.

 

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