lunes, 27 de agosto de 2012

Verdinas en Olivar.



Estoy tomándome unas verdinas con almejas en Casa Lastra, en la calle del Olivar en Madrid. Quería un cocido pero no ha podido ser.
La verdina es una de las alubias más finas que existen en España.  Asturianas y muy caras, pero se trata de un menú del día.
Las almejas están buenas.
También me han puesto "de regalo" un platito de queso de cabrales batido con sidra. Es una taberna asturiana en mi barrio de Lavapiés,  justo enfrente del restaurante "La Otra Casa", que hoy está cerrado.
En el comedor del fondo hay azulejo blanco hasta una altura de aproximada de un metro sesenta con cenefa. El resto pintado a rayas con un color amarillento brillante. Feo pero típico. Los clientes todos nacionales de la zona. Unas cinco mesas incluyendo la mía.
Me acaban de traer la tortilla de merluza que he pedido de segundo.
Si a alguien le tiene que caer un trozo de cascara de huevo es a mí. Me molesta morder la cascara de huevo, me da asco, pero la tortilla  está muy buena.
Los manteles son blancos y las servilletas de tela, me han dado un tercio de Mahou.
En la mesa de al lado, a mi izquierda, hay unos padres y su hijo de aspecto treintañero.  En otra un grupo variopinto de amigos cuarentañeros con aspecto de gente de izquierdas.
Frente a mí, como a tres metros está  la puerta de la cocina por la que entran y salen un señor con pantalón y chaleco negro y camisa blanca con cuello abierto y una señora con delantal azul de algodón, sospecho que debe ser la dueña.
De postre voy a tomar melón.
El grupo está bebiendo sidra natural en una botella que tiene un artilugio encima que,  a modo de sifón, hace que al apretar un botón  la sidra salga con presión, como si fuera escanciada.
Que ganas tengo de fumarme un cigarrillo!!!
Es un sitio agradable y antiguo, he tenido suerte.
La raja de melón grande y bien presentada. Este año ha habido melones cojonudos.
Comer bien en Lavapiés por 12.50€.
Ahora el café en otro sitio de mi barrio.
   
    

Finales de agosto en Lavapies



Bodega Alfaro. Tres menos cuarto de la tarde de Agosto, a finales, día 27, lunes. Madrid sigue vacío. 

Un bar en la calle Ave María, esquina con la calle del Olmo. El tabernero es un cincuentón mal conservado o un sesentón bien, tiene una muy poblada barba y no es muy alto. Música de jazz que tararea de vez en cuando, suena un bonito saxofón. 

La caña es de Mahou a uno cuarenta. El local tiene cuatro puertas y está muy bien ventilado, cualquier brizna de aire entra y se queda dando una sensación muy agradable. 

Un chaval negro africano se acerca a la barra y pide un vaso de agua, el de la barba cerrada se lo da y dura exactamente un trago del adolescente. 

- ¿Me das otro?
- No, no hay que abusar. También puedes comprarme una botella ¿no? 

La cerveza está fresca y buena. 

- Tened cuidado con esos tres, se dedican a robar.

El jazz sigue sonando aumentando la sensación de tranquilidad del local.

- Dos cervezas.
- Espera un momento... Son dos cuarenta.
- No si las cervezas anteriores ya estaban pagadas, es que queremos otras dos.

El bodeguero sirve las dos cervezas y la señora de unos cincuenta y tantos se las lleva hacia afuera. 

Salgo, hay dos mesas y un tonel de madera al lado del que me fumo un cigarrillo. Suena un móvil.

- Hola, es que me salía número desconocido...
- No sé qué voy a hacer esta tarde, luego te llamo...

Es una chica de como treinta y tantos que está sentada en una de las mesas, en la otra está la señora de las cervezas con una amiga.

Enfrente, aparcada en la acera, hay una moto bonita, con un gran depósito pintado de color negro mate. No soy experto y me parece que pone Honda CB Seven Fifty.

Todo está tranquilo, muy tranquilo, hace sol pero no quema.

Es Madrid, es Lavapiés.
    
    
   

viernes, 3 de agosto de 2012

VACACIONES DE VERANO

   
CERRADO POR VACACIONES
    


...hasta el 3 de Septiembre!!!!


(qué ganas tenía de poner esta entrada...)

Besos y abrazos pa tós.