viernes, 11 de diciembre de 2015

Queridos amigos



Hola, no, no me he olvidado de vosotros, lo que pasa es que ando bastante ocupado, asuntos personales familiares, vosotros ya lo sabéis.

Sin vosotros, y en muchos casos vuestras familias, mi vida hubiera sido distinta y si siguierais aquí posiblemente también. Cómo voy a poder olvidaros... Bueno, corto porque parece una obsesión.

Os sigo echando de menos, solo quiero decirlo, porque vosotros ya lo sabéis...

Ramón, Ernesto, Placi y Luis Carlos. 

Aun me queda un tizón encendido...

 PD. Anita se caso con Alberto, un gran chico. Fue una boda estupenda en la que nos vimos todos y disfrutamos mucho. Se que estuvisteis. 


viernes, 27 de noviembre de 2015

El corazón de las tinieblas




Este verano, por fin, ley "El corazón de las tinieblas" de Joseph Conrad.

No pretendo hacer una critica de esa novela tan famosa, es más, no tengo capacidad para hacerla. Es más, no se si me gustó o no me gusto. De lo que estoy seguro es que me gustó leerla.

Tiene partes profundas, de esas que se te pegan al alma y que la hacen temblar de agradecimiento por saber describir eso que te parece que has entendido y que, aunque no tienes certeza de ello, estás íntimamente seguro de que ha sido así.

Como no soy un gran lector, eso solo me ha pasado anteriormente, con tanta fuerza, al leer "Sobre héroes y tumbas" de Ernesto Sábato.

Encontré mas, pero no las tengo ahora. Sólo por la sensación que me dejó la lectura de estas dos frases, me mereció la pena leer esta novela.



-...No, es imposible; es imposible transmitir la sensación de vida de una época cualquiera de la propia existencia; lo que le confiere veracidad y significado, su esencia sutil y penetrante. Es imposible. Vivimos igual que soñamos: solos.



... No me gusta el trabajo, a nadie le gusta, pero me gusta lo que hay en el trabajo; la oportunidad de encontrarse a uno mismo. Tu propia realidad (para ti mismo, no para los demás), lo que ningún otro hombre puede llegar a saber jamás. Ellos solo pueden ver la representación. Pero no pueden saber lo que significa en realidad.






No le gustaba el Otoño



Después del verano y hasta llegar al intenso frío del invierno
transcurrían unos días que no le gustaban, a pesar de que muchas veces, en muchos casos, eran días luminosos y templados, con esos rayos de sol cuya excesiva inclinación hacia que molestaran intensamente a la vista a cualquier hora, eran horizontales. ¡Esa era la diferencia! En verano solo sucedía en las horas de amanecer o atardecer.

Le daba mucha pereza, pero lo hacía. Como otras tantas cosas rutinarias que llegaban a aburrirle de tal manera. Sacaba la ropa de invierno de donde hacía tn solo unas pocas semanas las había guardado después de sacar la ropa ligera de verano que a su vez había guardado tan solo unos meses antes, después de sacar... -¡rutina! ¡puta rutina!- se decía siempre en este tipo de circunstancias. Pero la vida le había enseñado que había que ser disciplinado y responsable, en primer lugar porque por muy rutinarias que fueran había que hacerlas y en segundo lugar porque no siempre se puede hacer lo que apetece. La vida es así, o se hace lo que se debe o al final de alguna manera te pasa factura. Su alma de ácrata siempre tiraba al monte del desorden, pero no podía ser.

Sabía perfectamente que era una maravilla pasear por el campo en esa época. Por ejemplo por la sierra madrileña de Guadarrama. Justamente en esos días la luz solar reflejaba especialmente esos colores calientes a la vez que tristes del otoño. Verde, ocre y amarillo intenso dominaban todo. Las sensaciones eran placenteras, más que en verano, similares a la de la primavera pero con un ligero toque de tristeza, ¿o quizás fuera melancolía? Si su espíritu atravesaba una zona de serenidad era capaz de llegar a esos momentos de felicidad que tanto le gustaban. Intentaba hacerlo, un paseo, por lo menos uno.

En esos días también se podían disfrutar en su ciudad, Madrid, esos atardeceres tan valorados por toda la gente que tiene la capacidad de retirar su mirada de los objetivos cercanos y elevarla a lo alto, esos que de vez en cuando descubren bonitos edificios, cielos azules degradados y animosos o justo eso, atardeceres apabullantes con azules suaves enmarañados al azar con violetas rosados todo mezclado con esos grises luminosos que les dan el toque de realidad necesario. Duran muy poco y hay que disfrutarlos en esas amplias avenidas o plazas, mirando siempre hacia el suroeste. Últimamente había perdido algo de esa capacidad y justamente ahora se estaba dando cuenta, -aún hay tiempo amigo-, se dijo.

Pero claro, ese tiempo, buen tiempo, acumulado en una ciudad como Madrid tenía también unas malas consecuencias, la contaminación. Esa boina gris que cubría el cielo y que producía en las personas efectos nocivos tanto a nivel psíquico como físico, alergias, catarros y problemas respiratorios en general. Por eso, cuando de repente después de un periodo de estos, llegaba un día gris de lluvia que limpiaba la atmosfera, cosa que realmente sucedía con bastante poca frecuencia, el ánimo tendía a serenarse de nuevo y la sensación física podía llegar a ser realmente placentera. La atmosfera se humedecía y se calmaba con ese toque de frescor característico, el sonido de la ciudad se mitigaba y la gente circulaba por las calles de una forma mucho más calma.

Lo peor, lo que no le gustaba nada, lo que hacía que nunca deseara la llegada de esta estación y que siempre estuviera pensando en cuando iba a terminar, era la hora tan temprana del anochecer, las pocas horas de luz solar que podía disfrutar. Solo por eso no le gustaba el otoño, porque justo eso podía con todo lo demás.

Era muy raro, qué cosas tenía.   


Nota: Muchas gracias a Ire por la foto, sobre todo porque no la he pedido permiso para ponerla, creo que no es necesario.

---------------------------

ácrata.

1. adj. Partidario de la supresión de toda autoridad. U. t. c. s.




sábado, 25 de julio de 2015

Palabraras 5 (inextricable)



Diccionario de la Lengua Española

Real Academia Española


inextricable.

(Del lat. inextricabĭlis).


1. adj. Que no se puede desenredar; muy intrincado y confuso.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados






miércoles, 8 de julio de 2015

Depresión.



Tengo muy claro que los seres humanos somos emocionalmente débiles y que hay que, uno, tenerlo en cuenta, y dos, tomar precauciones.

Porque es peligroso, puede llevar a la muerte por cosas tan terribles como la dejadez, la inanición, el suicidio, el daño a los demás o el asesinato.

Cuando atravesamos unos momentos de felicidad tenemos que ser conscientes de que son justamente eso, momentos. La felicidad continua no existe, se llama de otra forma, ¿quizá estabilidad emocional?. 

Pues eso, cuando atravesamos momentos de felicidad y estos finalizan, nos podemos ver inmersos en una caída emocional vertiginosa desde lo alto de una montaña rusa y sentir una especie de vacío en el estómago y una sensación de profunda desdicha e infelicidad, aunque no exista, aunque solo haya consistido en la vuelta a la normalidad.

Cuidado, tenemos que ser conscientes y tener cuidado, es un espejismo tétrico e irreal, en realidad lo más probable es que no haya pasado nada, solo la falta de felicidad, como casi siempre.


Hay que joderse, qué pena, qué débiles somos, ni la felicidad nos hace felices.
  
  
  

jueves, 30 de abril de 2015

Mi epitafio (por ahora).



Ruego que la gente que me quiere se lo tome en serio.  
  



Intenté vivir en armonía con el mundo.

Posiblemente algunas veces no lo conseguí. 
  
  
  
  
  

miércoles, 25 de marzo de 2015

Cúrcuma, en vez de Ibuprofeno, para la artritis.




Garcias a la web Medicinas Naturales.


medicinasnaturales.net/consuma-curcuma-antes-de-plantearse-tomar-un-ibuprofeno-nunca-mas/


Consuma Cúrcuma antes de plantearse tomar un Ibuprofeno nunca más!


La cúrcuma ha demostrado ser efectiva en otras partes que no son la cocina, además de ser un analgésico natural,  se ha comprobado en un estudio medico, que la cúrcuma funciona como el ibuprofeno para la artritis!
Un nuevo ensayo clínico extremadamente emocionante publicado recientemente en la revista “Journal of Alternative ando Complementary Medicine” ha revelado que existe una alternativa natural eficaz para el ibuprofeno, un analgésico popular para el tratamiento de la osteoartritis de rodilla, y viene en forma de una especia de cocina. La especie ha demostrado ser mucho más eficaz  en seguridad y con muchos menos efectos secundarios. Es un fármaco anti-inflamatorio no esteroideo. El polifenol en la cúrcuma conocida como curcumina se ha comprobado que tiene más de 600 beneficios para la salud.
En la revista  Lancet el año pasado, se comprobó que el ibuprofeno  era tan tóxico para el corazón como el anti-inflamatorio Vioxx  ya prohibido, ha contribuido probablemente a decenas de miles de muertes por enfermedad cardiovascular cada año. Este es un factor importante de por qué las alternativas naturales basadas ​​en la evidencia son extremadamente importantes, especialmente cuando involucran especias culinarias que ya se sabe que son seguras, asequibles, accesibles y a prueba del tiempo.
Un estudio titulado” eficiencia y seguridad de los extractos de la cúrcuma” en pacientes con osteoartritis de rodilla, se llevó a cabo con 109 pacientes con diagnóstico de artrosis de rodilla que fueron asignados aleatoriamente para recibir 800 mg al día de ibuprofeno o 2000 mg de cúrcuma por día, durante un período de seis semanas.
Los investigadores midieron el dolor, el caminar, las  escaleras y las funciones básicas de la rodilla evaluando  el tiempo en hacer 100 metros a pie,para subir y bajar las escaleras, y evaluaron  los resultados primarios.
Después de seis semanas, se observaron mejoras significativas en ambos grupos, con todas las medidas primarias similares, excepto que  el grupo de cúrcuma mostró un rendimiento ligeramente mejor en los 100 metros a pie y menos dolor auto-reportado subiendo un tramo de escaleras, también, el grupo de cúrcuma tuvo menos efectos adversos, la satisfacción con los resultados del tratamiento del grupo de cúrcuma fue enorme.
Por último, se observó una clara tendencia hacia un efecto mayor en los pacientes que recibieron la cúrcuma que el ibuprofeno.
El polvo de cúrcuma se extrajo con etanol y después se evaporó a baja presión para obtener extractos etanólicos que contienen aceite  y curcuminoides. La parte de aceite se retiró a continuación a fin de tener extractos curcuminoides aislados.

jueves, 12 de marzo de 2015

El poder de una sonrisa

 

 
Hace algún tiempo paseaba un día de fiesta por la calle Arenal de Madrid y vi como un ejercitillo de gente graciosa con camisetas iguales, de color verde, hacía aspavientos y se acercaba a los paseantes.

Se trataba de regaladores de abrazos. Se acercaban a ti y te preguntaban si querías un abrazo gratis.

Bueno, no está mal, seguro que alguien estaría dispuesto a recibir uno si consigue vencer su timidez. La soledad y la depresión son muy malas y el contacto físico con otros seres humanos en forma de abrazo puede ayudar.

Esto es a modo de introducción.

Lo que yo pretendo resaltar aquí es algo parecido pero más suave, una sonrisa, franca, espontánea y sincera.

El poder de una sonrisa.

Quizás sea en lo primero que me fijo cuando conozco a una persona: su mirada, su expresión facial y su sonrisa, en caso que exista.

Si lo que veo es una sonrisa (franca, espontánea y sincera) ya estoy vencido, predispuesto a que me caiga bien.

A veces cuesta, lo sé, a mí también, pero hay que practicar la sonrisa, aunque solo sea para conseguir que sea franca, espontánea y sincera. Pero también para sentirnos bien y para regalar al mundo.

Cuando consigamos que nos salga bien posiblemente veremos que la gente nos mira de otra forma, mejor.

Sonrisas, una medicina barata para nosotros que podemos aplicar a los demás.   
  
  
  
  
  

martes, 10 de marzo de 2015

La indignidad inferida de este gobierno del PP.



En los gobiernos de España a lo largo de la historia ha podido haber personas indignas.

Pero hay un gobierno especial, uno que se ha empeñado en implantar la indignidad entre nuestras gentes apoyándose en el poder que esas mismas gentes mayoritariamente le han otorgado con su voto.

Hace unos años, no demasiados, a la gente le preocupaba tener un trabajo digno, una casa digna y actuar dignamente con respecto a nuestros semejantes. Sí, sé que no todos, pero la dignidad era un valor al que aun nuestra sociedad estaba dispuesta a preservar

Pero llegó este gobierno del PP y con su política económica ha forzado a muchas personas a tener un trabajo indigno en el que con la amenaza del despido barato o gratuito le fuerzan a hacer horarios indignos, en condiciones laborales indignas, con cambios de ubicación arbitrarios, teniendo que poner a sus seres queridos en un segundo o tercer plano para subsistir y teniendo que aceptar un sinfín de condiciones indignas que hasta hace unos años eran impensables. Eso en el mejor de los casos, porque otras se han tenido que acostumbrar a la indignidad de no encontrar trabajo a pesar de ponerse en situaciones absolutamente indignas para conseguirlo. Otros se han visto obligados indignamente a aceptar trabajos no regularizados para poder tener unos ingresos indignos con los que poder mantener un sitio donde resguardarse y algo de comida para ellos y sus familias.

Incluso hay gente que este invierno ha pasado indignamente frio en sus viviendas, han pasado la indignidad de no haber tenido una higiene digna, ni un vestido también digno. Que han malcomido indignamente, o incluso más, que no han podido ofrecer la alimentación digna que sus jóvenes hijos necesitaban.

La indignidad se extiende porque se impone y además, no nos olvidemos, se contagia. Si alguien está en una situación extrema y ve que otro ha actuado indignamente para sobrellevarla, la ve de otra forma, se vuelve más proclive hacia ella.

Una persona necesita tener cubiertas sus necesidades más básicas para pensar seriamente en la dignidad.

¿Hasta dónde quiere llevarnos el PP?, ¿hasta dónde quiere el PP expandir la indignidad? ¿son, tan siquiera, conscientes de ello?

Con el tiempo es posible que una amplia capa de nuestra sociedad no sepa que significa esa palabra: DIGNIDAD.

Muchos gobiernos han podido ser indignos, pero, por lo que sea, ninguno ha promovido la indignidad como el gobierno actual.


Y sigo preguntándome: ¿son conscientes de ello? porque tengo dudas.



Incertidumbre - Vida




Mi hijo me ha regalado el libro "La última lección" de Randy Pausch.

El escritor y personaje principal es una persona a la que han diagnosticado un cáncer de páncreas sin solución, le quedan seis meses de relativamente buena vida y, entre otras cosas, ha decidido vivir el resto de ella día a día, hora a hora, disfrutando cada minuto de estar vivo. Todos los días que le quedan van a ser maravillosos, claro que se espera que sólo serán entre noventa y ciento ochenta.

Acabo de leer esta parte del libro y me doy cuenta de que llevar a cabo el planteamiento de Randy no es demasiado difícil mientras tenga calidad de vida saludable. No digo que sea un "chollo" y que esté deseando que me pase.

Va a vivir con un nivel muchísimo más bajo de incertidumbre de la que vivía hasta esos momentos.

Me he dado cuenta que una de las principales dificultades que tenemos para vivir una vida plena, es justo eso: la incertidumbre a la que continuamente nos vemos sometidos desde que tenemos uso de razón.

Unas páginas más adelante nos regala una frase: "El tiempo es lo único que tenéis. Y tal vez un día descubráis que os queda menos de lo que pensabais."

Voy a valorar más mi tiempo, como un tesoro, como una de las cosas más importantes que poseo. Voy a utilizarlo mejor, disfrutarlo más. En otro libro leí hace ya mucho tiempo algo así como "vivir es el transcurso del tiempo en nuestra existencia", yo añado que el desaprovechamiento de ese tiempo es no vivir.

Y es una pena.

lunes, 2 de febrero de 2015

Juego de Trileros ¿realmente somos libres?


 
 
Creo en la posibilidad de que exista la transmisión de los estados de ánimo. La tristeza, al igual que la alegría, la irritación, el ánimo y el desánimo, la positividad y la negatividad, posiblemente puedan transmitirse involuntariamente.

¿O quizá sea que esos estados de ánimo nos los transmite, nos los crea, la situación que nos rodea? Que somos emocionalmente permeables a lo que sucede a nuestro alrededor.

Quizás sea más bien esto último.

Ahora, por ejemplo, existe mucha tristeza y negatividad en nuestra sociedad. La inmensa mayoría de las noticias que nos llegan son negativas. Estamos jodidos. La mayoría. Porque no tenemos motivos para estar de otra forma. Y tampoco vemos señales de que en un futuro cercano las cosas vayan a mejorar.

El Estado, en sus distintas formas, nos oprime. Nuestros gobiernos, el nacional, el autonómico, el local, nos oprimen y nos exprimen. Sus armas son las fuerzas policiales, la administración de justicia y su aparato burocrático. ¿Quién puede luchar contra ellos? Tienen toda la fuerza del poder, te aplastan.

Abundan las situaciones de injusticia a múltiples niveles. Vivienda, trabajo (precario y abusivo), falta de trabajo, alimentación, falta de calor para nuestras viviendas en el crudo invierno, sanidad, multas (nos multan casi por cualquier cosa con afán claramente recaudatorio), corrupción, incumplimiento impune y repetido de la legalidad por parte de algunos, apropiación de nuestros ahorros, desatención de los más necesitados, falta de valores éticos recompensada, siempre, ... todo para que ese 1% oprima al 99% restante.

Ese 1% protegido por los representantes a los que votamos el 99% restante. Esa administración de justicia que no castiga debidamente al que roba un millón pero que hunde a los que se retrasan en pagar trescientos. Ese juego de la Bolsa en el que los dos propietarios de un veinticinco por ciento putean sistemáticamente a los quinientos mil propietarios del otro setenta y cinco, puteo perverso, porque los necesitan. Pero todo está montado así.

Es igual que un juego de trileros. Uno de ellos en el centro con los tres cubiletes y la única bola. Compinches a su alrededor jaleándoles, jaleando su fraudulento juego. Y otros compinches mezclados entre la gran muchedumbre que les rodea con la intención de robarles la cartera al menor descuido. La banda no se conforma con lo producido por su juego, quiere más, quiere las demás pertenencias del público. Lo quiere todo.

Y nosotros nos dejamos, sin rechistar. El que le va bien no protesta porque aún le va bien y espera que le siga yendo. A muchos de los que les va rematadamente mal, que incluso están hundidos, no protestan, simplemente porque ya no saben hacerlo, no saben ni quejarse.

Y todos tristes, desanimados, muchos desempleados y otros, además, enfermos y en la calle.

Así vamos.

Y yo me pregunto, ¿Cuándo vamos a llegar al punto en el que una mayoría decida que no le merece la pena vivir así? ¿Podemos? ¿Y qué va a pasar entones?

Unámonos, pero unámonos todos.

Creemos que los tiempos de la esclavitud pasaron, pero tengamos cuidado porque esclavizarnos ahora es mucho más fácil que hace veinte siglos. Mucho más. 

Luchemos por un mundo mejor para nosotros y los que vengan después y hagámoslo ahora porque están acabando con nuestra alegría y nuestra vida.


Y así, de esa manera, un vergel comienza a convertirse en un desierto.


lunes, 19 de enero de 2015

Volver a ver


 
       
El sol paseaba por el aire de la calle brillando con el blanco amarillento de sus rayos.

Hacía frío y olía a frío, de nieve, en esa mañana de enero, de nieve.

Ya no veía, porque no miraba, era por eso, porque no miraba. Las cosas seguían sucediendo a su alrededor, o eso suponía, ya que el mundo, el tiempo, no se había parado.

Solo se había parado su mirada y no podía asegurar que fuera malo, es más, podía asegurar que objetivamente era bueno, para él, pero le gustaría volver a ver, iba a hacer un ejercicio.

Una ventana rodeada de ladrillos. Seis ventanas iguales en su forma y construcción pero diferentes en su visión, muy diferentes.

Eran grandes ventanales, de los que cubren  más del cincuenta por ciento de la pared y que van del suelo hasta pocos centímetros del techo.

El ventanal estaba cortado en seis trozos. Un travesaño central verde oscuro lo cortaba, de forma que la superficie de la parte superior era de igual tamaño que la de la parte inferior. Tanto la parte superior como la inferior estaban divididas en tres cuerpos de cristal. Solo se podían abrir la parte superior derecha y la izquierda. Y todo el ventanal podía ser protegido con una persiana integral del mismo color, verde oscuro.

No le salía. Notaba que era así. Lo sabía. ¿Qué pasaba?

Tenía que intentarlo.

Volver a ver, pero sólo eso.