Este año las fiestas de Navidad van a ser
distintas, me he comprado una flor de pascua, una tableta de turrón y unas
frutas escarchadas.
Voy a mantener algunas tradiciones como ese
paseo mañanero por la Plaza de la Paja, a ver si hace frío, ojalá, no sería lo
mismo de no ser así. Ese caminar sólo, conmigo mismo, con los ojos abiertos
como faros. ¿Encontraré esas cigalas que busco en el Mercado de La Latina? Si
no, podría acercarme a la calle de la Esgrima, justo enfrente de El Horno, sólo
que allí quizás serán más pequeñas pero igual de frescas o incluso más.
Escucharé mis pasos al caminar por algunas calles, posiblemente veré como algún
tío con ojos rasgados abre su tienda y algún barrendero recoge la basura
acumulada de la noche anterior.
El veintiuno estaré en unos ojos negros, con María
del Mar, Irene, Pedro, Hugo, Lau, Miguel, Alex y por supuesto Nines y Vir,
quizás también Raquel. Celebraremos el cumpleaños de Clau, será divertido como
siempre.
El veintitrés saldaré mi deuda contraída este
verano pasado en Croacia, será un placer, de los auténticos, de los de verdad.
Unos bichos rojiblancos con patas sobre la mesa con mis dos amigas Raquel y
Vir. Nines me tendrá que ayudar, al ser en mi casa tendré que tener todo un
poco ordenado.
El veinticuatro celebraré mi primer aperitivo
vicalvareño con Nines, Raquel, Yoli, Kiko, Gema, Teresa... con la gente de mi
pueblo.
La cena de Nochebuena con mis dos mamis y la
comida de Navidad con ellas dos y mi hijo al que quiero tanto, lo mejor que he
intentado hacer en esta vida. Esa noche, antes de la cena, llamaré a Pepe y a Lola, al
Sele, a Mariangeles y a Carmen, en esos momentos, no se porqué, siempre me acuerdo
de esa gente tan importante para mi.
En algún momento intentaré ver a mis amigos de
antes, de siempre, darles un abrazo y tomarme una cervecita con ellos. Me
gustaría zamparme unas fabes con almejas en La Copita Asturiana, quizás a algún
amigo le apetezca. Mis queridos amigos José Luis, Maribel, Paloma, Marisol,
Juan Carlos, El Maestro, Juanma, Marivi, Montse, Manuel, Blanca y por supuesto
Gilber y Nieves y sus dos preciosas niñas. Si alguno falta, no pasa nada,
estarán en mi mente y en mi corazón.
El veintiocho cenaré con esa gente maravillosa
que he conocido este año Yoli, Montse, Nines, Kiko, Luis y Juan, además de,
claro, Nines, Raquel y Vir. Esas personas son una de las sorpresas más agradables que me ha dado
2012.
Algún día estoy seguro de que María me invitará
a algún platillo buenísimo y, por supuesto, me enseñará a hacer bechamel, o eso
espero.
Un día tengo que llamar a Maria Imelda para
felicitarla y poner un email a mi amigo del otro lado del charco, Rómulo. También llamaré a Pilar Verata aunque sea una malqueda. Tú, _mag_, lo verás aquí en el blog, espero.
Otro día pondré un whatsapp a Anabel para ella
y para Milagros, dos personas encantadoras a las que aprecio de verdad.
Me acordaré también de alguien a quien sigo
queriendo aunque no sea de la misma forma.
También hay alguien muy querido a quien veré más
de una vez en la Alameda de Osuna.
Seguro que alguna cosa más saldrá.
Y, por supuesto, todo, todo, todo, todo, todo,
todo, sazonado por mi Trociyo de Tarta, que imagino que todos ya sabréis quien
es.
Me gustaría tener unas Navidades serenas y
felices, a ver si lo consigo, no dependerá de mi sólo aunque pienso poner todo
mi esfuerzo.
A todos vosotros os deseo lo mismo, a mis amigos,
a mi familia y a toda la gente buena, a los otros no.
