Receta en plan “Menrollo”.
Se pica cebolla, media cebolla por cada
calabacín. Si el calabacín es grande, que la cebolla sea grande. Si es pequeño
que la cebolla sea pequeña.
Se pela el calabacín y se corta en trozos
grandes. Os propongo hacer rodajas gruesas, como el grosor de uno de mis dedos
(yo tengo manos muy grandes y por lo tanto los dedos también) y cada rodaja
cortarla en cuatro partes.
Se aparta un huevo (o dos, si lo vais a tomar
entre dos).
Se sofríe la cebolla en plan pocharla, cuando
esté un poco doradita, aunque no esté pochada del todo, se echan los trozos de
calabacín y se sube un poco el fuego para que el calabacín se fría, no se
cueza.
Yo pocho la cebolla echándola en aceite muy
caliente, la doy tres vueltas con una cuchara de palo y bajo al mínimo el
fuego. Soy generoso con la cantidad de aceite que echo en la sartén. Aceite de
oliva del mejor posible, se nota. Téngase en cuenta que no he echado aun ni una
pizca de sal a nada.
El fuego en que se fríe el calabacín no debe
ser muy bajo. Es preferible tenerlo un poco alto y dar una vuelta a los trozos
con frecuencia. Si ves que se doran demasiado, baja el fuego. Se nota que se
doran demasiado cuando pasan del color dorado al marrón.
Cuando el calabacín esté dorado, se esparce un
poco de sal sobre los trozos y se les deja tranquilos, no se les menea nunca más. Se echa el/los huevo/s encima y se deja/n cuajar al gusto de cada uno. Si queréis romperlos
para que se vierta la yema, bien. Si no lo hacéis, también bien. El fuego no
debe estar muy alto, para que no se quemen los trozos de calabacín y la
cebolla, ni muy bajo, para que se cuajen los huevos. No se os olvide echar un
poquito de sal, al gusto, también sobre los huevos.
Y... ¡ya está! un manjar sencillo y barato. A
mi me gusta mucho por la noche, de cena.
Eso si, si no os sale del todo bien esta vez,
si no está a vuestro gusto, seguro que la próxima vez lo conseguiréis.
IMPORTANTE.
Es importante que los trozos de calabacín estén
churruscaillos por fuera pero blandos por dentro.
No os preocupe si la cebolla se os churrusca,
siempre y cuando no se os queme.
Para lo anterior es muy importante manejar los
distintos niveles de intensidad del fuego.
También es muy importante la calidad del
aceite de oliva.
Y sobre todo estad en la cocina mientras se
hace, estad un poco pendientes de ello. Disfrutad de la actividad de cocinar.
Innovad si os apetece. Y si cocináis con una copita de vino en la mano (ya sea
tinto o blanco fresquito) disfrutaréis aun más. No será más de media hora.
Quizás veinte minutos.
NECESITAIS.
Un calabacín.
Media cebolla.
Uno o dos huevos.
Aceite de oliva de la mejor calidad posible.
Sal.