miércoles, 29 de febrero de 2012

Es bueno estar preparado para lo malo.

Lo siento, no son buenas noticias, son bastante malas.

Me temo que es lo que va a suceder a corto plazo: ajustes drásticos y muchísimos parados más.

Pero siempre es bueno estar preparado para lo malo ¿no?

http://www.attac.es/2012/02/28/se-llevan-los-muebles/

 

¡Se llevan los muebles!

28 febrero 2012 | Categorías: Nacional | |
Rosa María Artal – Comité de Apoyo de ATTAC España

El asunto huele un tanto raro, pero la imagen no puede ser más simbólica: un colegio de Madrid –el Santa Illa- es embargado con los niños dentro. “Se han llevado hasta las tizas”, relataba el padre de una alumna. Los críos llorando y algunos progenitores con los bálsamos de la mentira: “el lunes los Reyes Magos traerán otros muebles”, relata El País.

El caso es que siguiendo las noticias de diversos periódicos podemos deducir que el colegio es privado, laico y bilingüe. Aloja a entre 160 y 300 alumnos –que ya es diferir-, de edades comprendidas entre los 3 y 17 años, y el propietario ha dicho que arrastra “problemas con la Seguridad Social desde los años 90” –que también es mucho arrastrar-. Se le requirió el pago reiteradamente, nos dicen, y hoy se ha ejecutado la orden judicial.

A nosotros también se nos están llevando los muebles. Bruselas “trabaja” con Rajoy en ver si se flexibiliza la exigencia del déficit, pero el BCE que es quien tiene las pelas (nuestras) –y perdonadme que escriba con esta llaneza- le ha dicho a De Guindos que de eso nada. Qué desgracia: habrá que hacer ajustes. Y justo –maravilla de las maravillas-… después de las elecciones andaluzas. Ajustes drásticos. Muy drásticos.

Más aún, la Comisión Europea –es decir, “Bruselas” otra vez- pronostica que vamos a estar todo el año en recesión: un 1%, otros organismos auguran más. Los mismos que también prevén que lleguemos a los 6 millones de parados. Y no han cogido la bola de cristal, ni mucho menos han hablado de la “herencia” –como hará el PP para engañar a incautos-, no, es la consecuencia lógica. El impacto de la crisis de deuda (ése truquillo para especular), los recortes en el sector público y el bajo consumo privado debido al paro y al alto endeudamiento, producen esos efectos. La “herencia” en todo caso viene de cuando Zapatero empezó a practicarnos políticas neoliberales que nuestro amado gobierno piensa llevar al límite.

Y hablan de 2012, pero así llevan 4 años y siempre dice “Bruselas” que se va a arreglar, mirad, y cada vez vamos peor. Entiéndase bien claro: nosotros.

Y encima este viernes hay nuevas medidas muy eficaces: todos los empresarios a quienes la administración adeuda dinero van a poder ir a los bancos y cobrarlas. Calculan que son entre 30.000 y 50.000 millones (ayer hablaban de unos 15.000) ¿De dónde van a salir? Si la subida de impuestos apenas sobrepasa un ingreso de 4.000 y no paran de ajustar ¿Les ha tocado la lotería y no nos lo han contado? ¿Cómo entregarán los bancos ese dinero? ¿Quién paga los intereses? ¿O es que también van aconsejar a los bancos que “si se tienen a bien” no los carguen como han hecho con la “dación en pago” que nos venden muchos medios junto con pianos varios? Incluso que los bancos costeen esa deuda. Mira que me da que no va a pasar eso. ¿Y si al final, Santa Illa no lo quiera, justifica todavía más recortes?

“Santa” IIla, un colegio laico… hum… Y de ese sector que tanto le gusta al PP, el privado aunque no “como dios manda”. Antes de que Felipe González extendiera la educación a todos y gratuita, los colegios eran o escuelas nacionales como se podía, o colegios religiosos -de pago y… con unos pocos alumnos gratuitos como guarda con dolor y un cierto orgullo mi memoria… Y los de los ricos que nos contaba Gila.

sábado, 25 de febrero de 2012

El Miedo

 
http://www.attac.es/2012/02/24/el-angustioso-escalofrio-del-miedo/


El angustioso escalofrío del miedo

24 febrero 2012 | Categorías: Opinión | |

Paco Piniella – ATTAC Cádiz

De lo que tengo miedo es de tu miedo, decía el famoso Shakespeare. Realmente el miedo es quizás el arma más destructiva del sueño de los hombres. El miedo a la Revolución soviética engendró el estalinismo, la más horrenda de las pesadillas. El miedo a estar solos o ser rechazados socialmente se suple con productos de belleza que nos permitan dar una imagen positiva y saludable de nosotros mismos. El miedo es negocio. El miedo es un instrumento en manos de los de arriba para desmovilizar a los de abajo, igualmente que en términos cuantitativos el miedo puede convertirse en la azada de los de abajo hacia los de arriba, en la guillotina del pobre para el rico.

En estos días se hace efectiva la norma de que el peligro desconocido es el que genera más terror. La pérdida de tu puesto de trabajo, la precariedad en el empleo, la factura sin cobrar, la paga que se demora, el sistema que se va al traste,… el miedo. Con el miedo juegan a que tengamos que ceder ante lo que antes nunca hubiéramos cedido. No nos planteamos luchar entre todos porque han conseguido el miedo personal, el sálveme yo y salgo corriendo. La ley de la selva donde nada se regula más allá de la fuerza y el miedo. El paro se convierte en su mejor arma, en su mejor instrumento para apuntalar el sistema capitalista. Hasta los viejos líderes de “la izquierda” (entre comillas) tienen miedo de perder su particular status, se atrincheran los viejos contra los jóvenes, los hombres contra las mujeres, el miedo a quedarse fuera de su maravilloso castillo de cristal, ahora que quedan pocas habitaciones que ocupar.

El trabajo es ahora empleo, el Ministerio cambia su nombre para perderle el respeto a las normas por la que nuestros padres y abuelos habían luchado, el trabajo es un mercado más, donde se entra y se sale, se contrata y se despide sin que se tenga que dar explicaciones; como el que invierte en bolsa o en la ruleta rusa. Pero el trabajo es parte de la dignidad del hombre y la Tierra tiene recursos suficientes para que todos vivamos dignamente de ella, el miedo es la herramienta para el convencimiento del menos sobre el más. La muerte en vida es precisamente el miedo, ese largo y angustioso escalofrío, el escalofrío del miedo. Vivimos días donde la gente no es feliz por ese miedo que tenemos en el cuerpo, que han conseguido meternos, como si de pronto todo el bienestar, toda la seguridad en el futuro que teníamos se hubiera esfumado. El trabajo fijo tiene que acabar. Los funcionarios sobran. El Estado tiene que adelgazarse a lo mínimo. El gasto en Sanidad es excesivo. No todo el mundo puede tener beca. (…) Son frases que se repiten hasta que triunfan cuando el miedo llega a admitir una parte del regateo con que juegan los de siempre.

Ya no hay miedo en el otro lado de la balanza, no hay muro de Berlín, ni buenos ni malos, hay arriba y abajo, como casi siempre en la Historia: los del medio sobran. La clase media que enorgullecía a Europa se la están cargando, la están aniquilando con el miedo, con el angustioso escalofrío del miedo. Y ante él solo hay una salida, solo una: escapar del miedo, romper la cadena.

http://piniella.blogspot.com/

viernes, 24 de febrero de 2012

Algo que da optimismo.

   
Gracias querido Hugo.

Por gentileza de Hugues De Valthaire, mi amigo, que es quien me lo ha enviado.

Un adelanto sobre de qué va:               ¿Convertir el CO2 en petróleo?  
  
 
Los enlaces en los que está esta esperanzadora noticia, habrá que seguir su evolución.

 
http://www.biopetroleo.com/

http://meteopolitique.com/Plan/Fiches/environnement/petrole/actu/40/espoir-de-transformer-du-co2-en-petrole.htm
  
  

miércoles, 22 de febrero de 2012

Chavales en Valencia y en toda España

  
  


22 de Febrero de 2012

Isaac Rosa – Comité de Apoyo de ATTAC España
Parece de justicia que las primeras cabezas abiertas de la crisis sean en Valencia, que los primeros puntos de sutura a manifestantes se cosan en el cuero cabelludo de valencianos. Tanto decir que esta comunidad es la Grecia de España por la situación de quiebra en que la han dejado años de corrupción y despilfarro, que lo esperable era que las primeras escenas atenienses se produjeran en las calles valencianas, aunque sea (por ahora) a pequeña escala.
También es de justicia que las primeras cabezas abiertas sean de estudiantes, y cuánto más jóvenes, más acertado: son ellos, los hoy adolescentes, las mayores víctimas de la crisis y las políticas contra la crisis. Mientras sus padres tienen más o menos resuelta ya la pensión futura, y sus hermanos mayores todavía pueden aspirar al mileurismo, ellos sufrirán de inmediato el deterioro del sistema educativo, para el día de mañana ser arrojados a un mercado de trabajo salvaje, con ofertas de empleo irrenunciables en Laponia.
Por supuesto, hay que condenar la violencia de estos muchachos. Porque lo suyo es violencia pura y dura, y merece jarabe de porra. Ya saben cómo va esto: cortar la calle es violencia; recortar el presupuesto educativo no es violencia; manifestarse sin autorización administrativa es violencia; hacer pagar a la comunidad educativa tu mala gestión de décadas no es violencia.
Quien no quiera verlo, que siga con los ojos cerrados, que piense que lo de Valencia son sólo un puñado de alborotadores, juegos de adolescentes que encuentran diversión en correr delante de la policía. Otros en cambio vemos en el pequeño estallido valenciano un chorro brusco de vapor que sale de la olla a presión en que están convirtiendo este país, con cada vez más colectivos cabreados, cada vez más gente al límite de su paciencia, y cada vez más ciudadanos que, como en Grecia, ven con desesperación que su protesta pacífica es desoída.
La temperatura de la calle está subiendo, y quien no lo vea y se entretenga en echar cuentas de manifestantes (como ayer Cospedal con las protestas del domingo pasado), acabará quemándose.
Artículo publicado en Público.

La Reforma Laboral unilateral del PP

   

Qué triste. Tantos años y tantas generaciones para conseguir unos pocos derechos laborales y ahora vienen éstos y en un par de meses nos hacen retroceder más de 40 años. 

Deberíamos hacer algo, ¿no?

Bueno, también podemos quedarnos esperando tranquilamente, sentados en un sillón, viendo Tele5, a que nos impongan la próxima reforma…

 

Una reforma equilibrada

19 febrero 2012 | Categorías: Nacional | |
Isaac Rosa – Comité de Apoyo de ATTAC España

Yo que los defensores de la reforma laboral no insistiría tanto en que es una reforma “equilibrada”. Desde el viernes, miembros del gobierno y del PP, líderes empresariales y tertulianos afines, cada vez que ven un micrófono cerca y sin que nadie les haya preguntado por un posible desequilibrio, repiten que es una reforma equilibrada. Yo que ellos variaría un poco el argumentario, porque si todavía queda algún trabajador con dudas, va a acabar mosqueándose ante tanta insistencia en el equilibrio.

Evidentemente la reforma laboral es cualquier cosa menos equilibrada. Y no por desequilibrada: más que eso, es desequilibrante. Busca quebrar el más que precario equilibrio que todavía pudiese quedar en algunas empresas en la relación de fuerzas entre trabajadores y empresas. En las que aún quedase equilibrio, insisto, porque en la mayoría ya la crisis, con la presión del paro masivo, había roto en pedazos una relación que nunca había sido de igual a igual, pero al menos no era tan desproporcionada como ahora.

Porque todo aquello que hoy nos presentan como privilegios, regalos o antiguallas (la indemnización por despido, el convenio colectivo, las garantías legales, la tutela judicial) han sido durante mucho tiempo los contrapesos que compensaban más o menos (casi siempre menos) unas relaciones que, si se diesen de tú a tú, el trabajador a solas con el empresario, serían un puro abuso.

Por si alguno todavía tiene dudas, ahí va la reforma laboral en formato tuit: desde ayer pueden despedirte fácil y barato, bajarte el sueldo, incumplir el convenio o, si estás en paro, hacerte un minijob, un contrato de formación aunque te asomen canas, o despedirte al año sin indemnización. Y esto es sólo el comienzo, la letra mayúscula, que nunca el BOE había necesitado tanta lupa.

Y no se quejen, que podía haber sido peor: ni reducen las vacaciones, ni aumentan la semana laboral, ni obligan a ponerse en pie cuando entre el jefe. Esas medidas las reservan para la siguiente reforma, la que harán si comprueban que no somos capaces de montar una protesta a la altura de su ataque.

Artículo publicado en Público

Ahí le tenéis, como un campeón.

Diario gartuito Que!. 
Edición de Madrid. 
Hoy miercoles 22 de Febrero de 2012.




Otra vez el Metro de Madrid

Otra vez el Metro de Madrid, otra vez la línea nueve. Un ruido ensordecedor no me deja escuchar la música de Nigel Kennedy, violinista clásico y de jazz. Son las ruedas de los vagones chirriando sobre los raíles.

En el banco de la derecha del mio, sobrepasada la puerta del vagón, hay una chavala como de veintitantos que nada mas entrar ha utilizado su pintalabios y ahora lee concentradamente un libro. Pelo liso recogido en coleta, gafas, abrigo y botas altas. 

Justo frente a ella una señora de unos cincuentaytantos lee un periódico, El País, la última hoja. Va de negro y no debe ser muy alta. Gesto anodino y sombrío, como el de la chavala, pelo liso y moreno.

Serenidad y poca gente en mi vagón, desde hace ya un rato escucho sin problemas a mi violinista. 

Acaban de anunciar la estación de Estrella. Miro al frente y veo a un hombre negro que está leyendo un libro. Va muy bien maqueado, cazadora negra, vaqueros y un aspecto súper limpio. Ha debido de entrar en una estación intermedia sin que me fijara.

Me doy cuenta de que en este vagón no solo hay serenidad, también hay lectura. Es un vagón culto.

Esto último lo estoy escribiendo ya fuera del vagón, puesto que he llegado a Sainz de Baranda y tengo que hacer transbordo. Pero no, me he equivocado, no es en esta estación donde tengo que cambiar. Joooder otra vez me he despistao. Así que bajo de nuevo al andén después de haber subido dos tramos de escalera. No tengo arreglo, estas cosas me molestan bastante.

Me siento en un banco a esperar al nuevo tren. Llega uno, pero va en sentido contrario. Noto un olor agradable, debe ser la colonia de la señora que esta a mi izquierda. Es bastante mayor, pelo blanco y muy bien arreglada y conservada. Llega el tren, se levanta y noto el aroma con más intensidad, sí, era ella.

Entro al vagón y me voy hacia adelante para sentarme en los asientos laterales que miran al centro. Alrededor de la puerta por la que entré están los asientos que de dos en dos miran alternativamente en el sentido de la marcha y en el contrario. No me gustan esos asientos, hay muy poco espacio para las piernas. 

Espero que no me pase de estación, seria lo último, otro despiste... No me pasará, iré concentrao a tope.

Cada vez hay mas gente que lee libros en el metro, o eso parece.

Llegué a Núñez de Balboa, ahora si, es la mía. 

Al bajarme del vagón dos señoronas a mi derecha y una chavala a mi izquierda, que intentan entrar, se ponen nerviosas y compiten para cerrarme el paso y no dejarme sitio para salir. Yo acojonao por su fuerza y vehemencia me quedo quieto, sin moverme, pero incomodando todo lo que puedo su acceso al vagón, un poco en plan cabroncete.

Cuando ya han pasado las tres, las miro a la cara con indisimulado animo de provocación, como diciéndolas "ya os vale". Ni puto caso, ni me miran, pasan absolutamente de mi. 

Salgo del vagón, se acabó el álbum de Nigel Kennedy, me he quedado sin música, tengo que poner uno nuevo, espero que me inspire tanto como este.
  
Tengo que dejar de escribir. Me pongo a cambiar la música en el iPod, estoy en pleno transbordo, en un largo túnel de unos 75 metros con cinta transportadora para los viajeros. Elijo a Jamie Cullum, The Pursuit, también jazz. 

Ya he llegado al andén de la línea cinco, llega un tren, pero va en sentido contrario al mío, siempre me pasa eso. Un cartel anuncia que el que voy a coger solo circula hasta Canillejas, a mi no me afecta. Bueno, no me afecta por esta vez, pero vaya mierda de servicio. Aunque según la Espe es el mejor metro de Madrid, jejeje. Hay que joderse!!!!, se va a morir de vieja siendo aun presidenta de la CAM.

Llega el tren y entro en un vagón en el que no hay ni un solo asiento libre, voy de pie. En los dos bancos de mi derecha, enfrentaos, hay ocho personas, cuatro en cada banco. Ganan los móviles, dos. Después una revista y un periódico. El resto van sin nada, mirando al infinito con más o menos concentración. Seis mujeres y dos hombres, ahora solo uno porque el otro, con bigote, acaba de levantarse y salir por la puerta. 

Este Jamie, de jazz poco, en esta canción canta como los antiguos grupos de la New Wave tipo Depeche Mode ó Human League que tan poco me gustaban y que siguen sin gustarme nada, nada y nada. 

Tengo calor, la gente tiene cara de cansancio, es tarde, sobre las nueve menos cuarto, hoy no me va a dar tiempo a correr cuando llegue a casa. En fin, que se le va a hacer. Me da muchísima pereza pero me vendría muy bien, me deja relajado y tranquilo. Bueno, ya veremos.

Me aproximo a mi destino, Ciudad Lineal, parece que este Jamie Cullum canta ahora algo mas parecido a jazz. Dejo de escribir en este instante, cierro las Notas del iPod y me dispongo a pasar frío hasta llegar a casa. Hasta otro momento.

Tremendo lo de Grecia ¿después vamos nosotros?



 Yo creo que tendremos que tener cuidado, deberemos estar atentos,  ¿no creeis? 

 

http://www.attac.es/2012/02/21/la-austeridad-predadora-e-inutil/ 

 

La austeridad: predadora e inútil

 

21 febrero 2012 | Categorías: El otoño europeo, Unión Europea | |
Xavier Caño Tamaño – ATTAC Acordem

Artículo publicado en Vanguardia (México).

Decía Bertolt Brecht que hay muchas maneras de matar. Clavar un cuchillo en el vientre, condenar al hambre, negar auxilio en la enfermedad, empujar al suicidio, llevar a la guerra… Pocas están penalizadas. Hoy, en Grecia, hay mucha más ciudadanía con mayor riesgo de morir que hace dos años. Por la austeridad.

Salarios y pensiones se han rebajado entre un 50 y un 70%. Más de 60.000 negocios han cerrado y otros tantos lo harán este 2012. La quinta parte de asalariados trabaja jornadas reducidas y cobra por debajo del salario mínimo. Se han destruido más de medio millón de empleos y los parados son casi un millón (20%). Medio millón de familias carece de cualquier ingreso y seis de cada diez hogares no pueden pagar sus facturas. Los servicios públicos, liquidados o privatizados. Las ollas populares se multiplican y las ONG reparten 20.000 comidas diarias en Atenas, por ejemplo. La malnutrición hace estragos en los niños y el hambre aparece en las ciudades.

Si un griego pierde el empleo, pierde el seguro médico y ha de pagar para ser atendido. Decenas de miles de ciudadanos inválidos, enfermos o con patologías infrecuentes están condenados a muerte segura a corto plazo por la supresión de subsidios a medicamentos.

Sobre tales cosas, Naciones Unidas ha dictaminado que “es inadmisible que un Estado cierre las escuelas, universidades, desmantele servicios públicos y abandone la población al caos para disponer de fondos y pagar a acreedores extranjeros o nacionales. El Estado no puede sobrepasar determinados límites”.

Pero además, las medidas draconianas impuestas por la Unión Europea y el FMI no ayudan a Grecia a recuperarse. Al revés. Más recesión, más desempleo, más pobreza.

Al otro lado del Mediterráneo, en España, con 5 millones de desempleados en aumento, cambian hábitos de consumo. En millones de hogares hay economía de guerra, según la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas. Un 60% reduce gasto en alimentación, ropa, electricidad, agua, gas, vacaciones e incluso cuidado de la salud. Y según Eurostat (estadística de la Unión Europea), España es el país europeo donde más aumentó el riesgo de pobreza hasta afectar casi al 21% de la población.

Por obra y gracia de la “austeridad”

Sonia Mitralia, de CADTM de Grecia, denunció en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa que la austeridad es un peligro para la democracia y los derechos sociales. “A los dos años de la terapia de choque impuesta a Grecia por el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el FMI, el balance es catastrófico, indignante e inhumano. Incluso los impulsores de esas políticas reconocen su fracaso. Si la austeridad draconiana hubiera sido eficaz, la deuda pública griega sería el 120% del PIB en 2020: igual que en 2009, cuando empezó todo. Han diezmado un país para nada”.

Sin embargo, BCE, Comisión y FMI imponen la misma austeridad que saben fracasada. En Portugal, España, Irlanda, Italia, en toda Europa, la austeridad draconiana impuesta hunde la economía. Vicenç Navarro recuerda que “en España, los recortes del gasto público no han producido una bajada de intereses de deuda pública del Estado, al contrario, los intereses han aumentado a nivel insostenible. Y lo mismo ocurre en Irlanda, Portugal e Italia.”

Las políticas de austeridad no solo son fracaso y desastre. Un manifiesto del movimiento 15 M denuncia que “asistimos a un golpe de Estado cuando nuestros dirigentes acatan las directrices de instituciones no elegidas democráticamente, como Comisión Europea, Banco Central Europeo o FMI, que atienden solo a los intereses de grandes fortunas y corporaciones. Eso no es austeridad. La pretendida austeridad no es más que una despiadada transferencia de riqueza del 99% que estamos abajo al 1% que nos pisa. Es un saqueo y una estafa”.

Y los juristas Jaume Asens y Gerardo Pisarello nos recuerdan que “cuando el poder se despeña por la ilegalidad o consiente la irrupción de una legalidad privatizadora, a menudo mafiosa, la protesta ciudadana, la desobediencia, adquieren nueva luz. Aparecen, no ya como desórdenes susceptibles de ser criminalizados sino como el primero de los derechos para instaurar, en ese acto de rebelión, un orden jurídico alternativo, más igualitario y libre de violencia”.

Habrá que estar preparado para esas respuestas ciudadanas.

martes, 21 de febrero de 2012

Ultimos exitos del Gobierno.

    
El Sr Rajoy es el Rey neoliberal.
    

Grandes éxitos contra la crisis

 

21 febrero 2012 | Categorías: Crisis sistémica | |
Isaac Rosa – Comité de Apoyo de ATTAC España


Recapitulemos, para apreciar en su totalidad la lista de los éxitos más recientes. 

En primer lugar, el gobierno despliega una agenda de reformas para hacer eso que Rajoy dice que sabe que hay que hacer: recortes, subida de impuestos, reformas, estabilidad presupuestaria… Todo lo necesario para recuperar la confianza. Resultado: aunque durante unas semanas parecía que nos sonreía la fortuna, seguimos donde estábamos, con la prima de riesgo disparada, mientras el Tesoro Público, tras unas pocas subastas favorables, vuelve a pagar intereses más altos.

Siguiente éxito: el problema financiero que estrangula la economía. El gobierno lo aborda con una reforma para sanear nuestra banca y que siga siendo esa banca campeona de la que estábamos tan orgullosos. Y ahí está: el mismo día en que el Congreso aprueba la reforma, los bancos se hunden en Bolsa, y Moody’s anuncia que revisará la nota de 21 entidades españolas. En cuanto al crédito, nadie confía en que vaya a fluir, sobre todo teniendo en cuenta que los bancos se están limitando a hacer ajustes contables mientras la gran balsa tóxica sigue ahí.

El próximo éxito, a la vista de los resultados a corto plazo de las anteriores medidas, parece obvio: la reforma laboral. ¿Adivinan cómo será la próxima EPA (Encuesta de Población Activa)? La próxima, y la siguiente, y la de más allá, pues el gobierno ni se molesta en convencernos de que la reforma tenga algo que ver con la creación de empleo, y da por perdidos los próximos dos años. Y el mismo futuro triunfal podemos esperar del crecimiento, el consumo y hasta el sagrado déficit.

Por supuesto, el repertorio de éxitos no es exclusivo de este gobierno, tras el brillante palmarés del anterior; ni de este país, visto cómo le va a los vecinos.

Ante tal colección de victorias, caben varias explicaciones: echar la culpa a los griegos; insistir en que el problema de las reformas y ajustes es que siguen siendo insuficientes (hasta la reforma laboral se ve ya insuficiente, tras olvidar el derecho de huelga); o reconocer que son esas políticas las que nos llevan de derrota en derrota hasta la recesión final.

Artículo publicado en Público.

PYMES


    
Desde hace bastante tiempo digo que los empresarios de PYMES y los autónomos deberían estar más cerca de posturas, vamos a llamar, sociales, sostenibles, solidarias..., que de posturas neoliberales.

Está claro que los pocos empresarios que existen, se encuentran dentro de este colectivo, el de las PYMES y los autónomos. El resto son grandes compañías dirigidas por gestores, a los que llamamos altos ejecutivos, que en su mayoría son corruptos, especuladores y deshonestos, su única preocupación es su bolsillo.

Este magnífico artículo publicado en ATTAC da una muestra de ello.

 

¿Quién arruina a las pequeñas y medianas empresas que crean empleo?

 

21 febrero 2012 | Categorías: Nacional | |
Juan Torres López – Consejo Científico de ATTAC España

Uno de los mayores problemas que tienen las pequeñas y medianas empresas españolas (que representan más del 80% del empleo de nuestro país) y los trabajadores autónomos es que las administraciones públicas le deben una gran cantidad de dinero: 35.000 millones de euros a las pymes y unos 15.000 millones a los autónomos.
Esa deuda es una losa gigantesca con la que es muy difícil por no decir imposible que levanten cabeza estos empresarios. Algo que sería muy necesario puesto que crean casi el 90% del empleo nuevo que se genera en España.
La mayoría de los empresarios y empresarias que conozco echan la culpa de esa deuda al Estado, como si éste no les pagara por capricho, creen que su enemigo es el gasto excesivo que hacen las administraciones públicas y reclaman en compensación no pagar IVA mientras no cobren dichas cantidades. Esto último me parece justo como solución transitoria pero no creo que esa sea la mejor a medio y largo plazo ni la que más convenga a estos empresarios. Y lo que me extraña es que, estando acostumbrados a hacer números, no se hayan dado cuenta de que hay otra fórmula más justa y eficaz para que sus empresas y el conjunto de la economía salgan adelante mucho más satisfactoriamente.
Como he dicho, la deuda total con autónomos y pymes es de unos 50.000 millones de euros. Pues bien, según los técnicos del Ministerio de Hacienda que de esto son los que más saben, la evasión fiscal de las grandes empresas y grandes fortunas españolas fue de unos 42.711 en 2010. Es decir, que simplemente logrando que los más ricos de España pagaran como los demás podría saldarse la deuda que atenaza a estos empresarios en un solo año y evitar que volviera a repetirse en el futuro.
Claro que la cosa no puede terminar aquí. El fraude de las grandes fortunas y grandes empresas es el 75% del total mientras que el de las pymes (que constituyen el 97% del tejido empresarial español) representa el 17% y el de los trabajadores autónomos el 8,6%. Es mucho menos que el de los más ricos pero también hay que acabar con él porque no es justo que prácticamente solo los asalariados de menor renta sean los que estén libres de pecado fiscal.
Es una prueba más de que la solución ante la deuda que proponen los neoliberales, recortar gasto público y especialmente el de carácter social, no es la única ni la mejor. Cuanto menor sea este gasto, menos demanda tendrán las pequeñas y medianas empresas y los trabajadores autónomos y peor será su situación. Por el contrario, acabar con la evasión fiscal es mucho más expedito, más eficaz y menos oneroso para las propias empresas y para el conjunto de la sociedad.
Si no se hace así, porque siga predominando la estrategia de reducir la inversión pública y el gasto social (para que los ricos tengan que pagar menos impuestos y no haya dinero suficiente para financiar los servicios públicos y se privaticen más fácilmente) las consecuencias serán nefastas para todos: las pequeñas y medianas empresas y los autónomos que viven de este gasto perderán actividad y terminarán cerrando y destruyendo empleo.
Así que estos empresarios que se quejan con mucha razón de esta deuda no deben llevarse a engaño. Su enemigo no es la actividad pública (que es la que les proporciona el capital y las infraestructuras que necesitan y que ellos no podrían financiar por sí mismos) sino las grandes empresas y grandes fortunas que evaden sus obligaciones con el fisco.

  
  

viernes, 17 de febrero de 2012

Texto completo de la reforma laboral.

 
Real Decreto-ley 3/2012, de 10 de febrero, de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral.

 
Aquí podeis encontrar el texto completo de la "reforma laboral":  

http://www.boe.es/boe/dias/2012/02/11/pdfs/BOE-A-2012-2076.pdf
  
  
   

ATTAC. ¿Errores o simplemente engaños sobre la crisis?

   
Si, yo creo que más bien engaños, aunque me da la sensación de que algunos se están engañando a si mismos, y eso es lo peor, porque denota su poca inteligencia. Puestos a elegir, si no me queda más remedio, y en cuestión de políticos, siempre he dicho que prefiero a un chorizo antes que a un tonto.


http://www.attac.es/2012/02/16/errores-o-simplemente-enganos-sobre-la-crisis/


¿Errores o simplemente engaños sobre la crisis?

 

16 febrero 2012 | Categorías: Crisis sistémica | |
Juan Torres – Consejo Científico de ATTAC España

Parece evidente que determinar con acierto la causa de los problemas es imprescindible para poder solucionarlos con eficacia. Las consecuencias tan lamentables de los errores en el reconocimiento de la situación en la que se encontraba la economía española durante la pasada legislatura y la impotencia que eso produjo a la hora de hacer frente a la crisis, creo que son buena muestra de ello. Unas veces no se acierta por no disponer de herramientas de análisis adecuadas, otras, es muy corriente, porque se produce una auténtica ceguera ideológica que impide ver lo evidente cuando es contrario a las creencias o principios de cada uno; y también muy a menudo ocurre que no se tiene interés alguno en poner sobre la mesa la causa real de los problemas porque, si se ponen, quedaría incómodamente al descubierto la verdadera naturaleza del sistema en que vivimos.
En relación con la crisis y en lo que hace referencia al análisis y a la respuesta que le están aplicando la mayoría de los Gobiernos y organismos internacionales me parece que se vienen dando esas tres circunstancias al mismo tiempo.
Por una parte, la economía convencional, que sirve de base a los analistas de esos grupos de poder, está resultando bastante incapaz de percibir la naturaleza sistémica y compleja de la crisis. Insistir, por ejemplo, en que la solución de todos los males y la señal de todas las venturas es que el PIB suba unas pocas décimas más, es decir, limitarse a perseguir el crecimiento de la actividad económica sigue impidiendo que se perciban las auténticas causas de la crisis y que se haga frente a los fallos estructurales que la producen (la desigualdad, la naturaleza del modelo productivo y la insostenibilidad de las estrategias de creación de actividad económica) o que no se perciba que la crisis financiera es en realidad una de las caras de una crisis multidimensional y global que se manifiesta en todos los demás órdenes de la vida económica y, muy particularmente, en los problemas medioambientales.
Por otro lado, es también bastante evidente que la defensa a ultranza de las creencias liberales está llevando a mantener posiciones numantinas para defender a los mercados.
Es hoy día indisimulable que éstos son espacios muy imperfectos, que en nada se parecen a los de competencia perfecta de los manuales que sirven para defender sus bondades y que la gran concentración de poder que se ha producido en su seno (muy especialmente en los financieros) es la fuente de extraordinarias asimetrías y fallos que provocan su gran ineficiencia y peligros y crisis constantes. De ahí, que en lugar de ponerle freno se insista en darles más libertad, lo que solo está llevando consigo una mayor inestabilidad e insatisfacción y desigualdad crecientes.
Por defenderlos, se están imponiendo políticas económicas y medidas realmente salvajes, que lejos de solucionar los problemas los agravan: políticas de austeridad que destruyen la demanda, intentos de acabar con la deuda acabando con las fuentes de generación de ingresos o concesiones de más libertad y poder a los grupos económicos que no crean empleo ni riqueza y que se alejan cada vez más de la actividad productiva.
Y por supuesto la cerrazón ideológica lleva también a que nadie ni siquiera pronuncia (salvo en los primeros momentos de pavor, como le ocurriera a Sarkozy) la palabra tabú que, sin embargo, es la que en sí misma resume los males que estamos sufriendo: capitalismo.
No se trata de un simple afán nominalista sino de entender que es completamente imposible salir de esta crisis, y creo que ni siquiera ponerle algunos parches efectivos, si no se considera que la que estamos viviendo tiene sobre todo que ver con las relaciones de propiedad y de poder que lo definen, con la mercantilización exacerbada de la vida social que ha generado y con la subordinación cada vez mayor, más ineficiente y destructora del trabajo y de todas las relaciones sociales a la rentabilización del capital en sus expresiones más parasitarias, oligopólicas y rentistas.
Y, por supuesto, los conductores de las políticas que se están imponiendo frente a la crisis también disimulan sus causas reales para no tener que mostrar que, en realidad, lo que está sobre la mesa es el reparto de la riqueza y del esfuerzo para sostener la sociedad.
No quieren hablar de la desigualdad que ha puesto en manos de los especuladores fondos ingentes de recursos que no dedican a la creación de riqueza, ni del efecto tan asimétrico que están teniendo las medidas que se vienen adoptando. Ni, por supuesto, de la diferente responsabilidad que cada uno ha tenido a la hora de desencadenarla.
Eso es lo que explica que quienes tienen capacidad para influir en la opinión pública estén constantemente lanzando versiones, incluso surrealistas, sobre la crisis para tratar de desviar la responsabilidad o para que la gente crea que lo que hay que solucionar son los asuntos que a ellos les interesa.
Botín decía hace unos días que los culpables de lo que está pasando no eran los bancos sino los políticos (Las mentiras de Botín) y, en una reciente comparecencia parlamentaria, el Ministro de Economía daba también una interpretación de la situación que padece el comercio y las empresas echando balones fuera para desviar la atención de las causas reales de la crisis.
Decía el Ministro cuando fue interpelado sobre los problemas de demanda que afectan al comercio que la gente no entra a comprar pero no “por un tema de disponibilidad de renta, porque la gente no quiera comprar, es un problema de falta de confianza”.
No puede haber una manera más sibilina de rehuir el fondo de la cuestión que confundir la causa con el efecto. Afirmaba el ministro sin rubor: “No tenga usted la más mínima duda de que si mejora la confianza, entonces habrá un incremento de la demanda, entrará la gente en las tiendas a comprar y eso generará empleo y actividad”.
Ya saben. Miren ustedes las cosas con plena confianza y váyanse a la calle a gastar. ¿Qué sus hijos están en paro, o quizá sus maridos o esposas? ¿Qué les han reducido el sueldo y que al mismo tiempo han subido los precios de los servicios y de la cesta de la compra? Cambien de actitud, convénzanse de que todo va a ir a mejor y entren en los comercios a comprar.
Las personas y hogares de rentas más bajas están gastando muchos menos y echando abajo la demanda de consumo en España (y en otros países europeos) a diferencia de lo que ocurre con los de rentas altas. Estos consumen más que nunca: el sector del lujo ha aumentado sus ventas un 25% en 2011. Pero eso, que es algo que paraliza la recuperación económica porque este incremento del consumo de rentas más altas es insuficiente para tirar de la demanda, no se debe según nuestro Ministro de Economía a que esté incrementándose la desigualdad, como está sucediendo, o la pobreza, como está ocurriendo, o a que los bancos no dan crédito porque se dedican mejor a especular en los mercados financieros. No. Es por falta de confianza.
Es normal, como vengo diciendo, que entonces se dedique a mejorar la confianza de la gente (parole, parole, parole) en lugar de a combatir la desigualdad, la exclusión y los privilegios de los bancos. Y así nos va.

Artículo publicado en Sistema Digital.

jueves, 16 de febrero de 2012

ATTAC. Todo comenzó en Grecia. ¿Acabará todo en Grecia?


15 de Febrero de 2012

Leonardo Boff  La Jornada
Nuestra civilización occidental, hoy mundializada, tiene su origen histórico en la Grecia del siglo VI antes de nuestra era. El mundo del mito y de la religión, que era el eje organizador de la sociedad, se desmoronó. Para poner orden en aquel momento crítico se llevó a cabo, en un lapso de poco más de 50 años, una de las mayores creaciones intelectuales de la humanidad. Surgió la era de la razón crítica, que se expresó por la filosofía, por la democracia, por el teatro, por la poesía y por la estética. Figuras paradigmáticas fueron Sócrates, Platón, Aristóteles y los sofistas, que gestaron la arquitectura del saber, subyacente a nuestro paradigma de civilización; fue Pericles, como gobernante al frente de la democracia; fue Fidias, el de la estética elegante; fueron los grandes autores de las tragedias como Sófocles, Eurípides y Esquilo; fueron los juegos olímpicos y otras manifestaciones culturales que aquí no cabe referir.
El nuevo paradigma se caracteriza por el predominio de la razón que deja atrás la percepción del Todo, el sentido de la unidad de la realidad que caracterizaba a los pensadores llamados presocráticos, los portadores del pensamiento originario. En este momento se introducen los famosos dualismos: mundo-Dios, hombre-naturaleza, razón-sensibilidad, teoría-practica. La razón creó la metafísica, que en la comprensión de Heidegger hace objeto de todo y se instaura como instancia de poder sobre ese objeto. El ser humano deja de sentirse parte de la naturaleza para situarse frente a ella y someterla al proyecto de su voluntad.
Este paradigma alcanzó su expresión más acabada mil años después, en el siglo XVI, con los fundadores del paradigma moderno, Descartes, Newton, Bacon y otros. Con ellos se consagró la cosmovisión mecanicista y dualista: la naturaleza por un lado y el ser humano por otro, enfrente y encima de ella como su “maestro y dueño” (Descartes), corona de la creación en función del cual existe todo. Se elaboró el ideal del progreso ilimitado, que supone la dominación de la naturaleza, en el supuesto de que ese progreso podría avanzar infinitamente hacia el futuro. En los últimos decenios la codicia de acumular ha transformado todo en mercancía a ser negociada y consumida. Hemos olvidado que los bienes y servicios de la naturaleza son para todos y no pueden ser apropiación de algunos solamente.
Después de cuatro siglos de vigencia de esta metafísica, es decir, de este modo de ser y de ver, verificamos que la naturaleza ha tenido que pagar un alto precio para costear este modelo de crecimiento/desarrollo. Ahora estamos tocando los límites de sus posibilidades. La civilización científico-técnica ha llegado a un punto en el que ella misma puede causar su propio fin, degradar profundamente la naturaleza, eliminar gran parte del sistema-vida y, eventualmente, erradicar la especie humana. Sería la realización de un armagedón ecológico-social.
Todo empezó en Grecia hace milenios. Y ahora todo parece terminar en Grecia, una de las primeras víctimas del horror económico, cuyos banqueros, para salvar sus ganancias, han empujado a toda una sociedad a la desesperación. Ésta ha llegado a Irlanda, a Portugal, a Italia, pudiendo extenderse a España y a Francia, y quizás a todo el sistema mundial.
Estamos asistiendo a la agonía de un paradigma milenario que aparentemente está terminando su trayectoria histórica. Puede demorarlo todavía decenas de años, como un moribundo que resiste, pero el fin es previsible. Con sus recursos internos no tiene condiciones de reproducirse. Tenemos que encontrar otro tipo de relación con la naturaleza, otra forma de producir y de consumir, desarrollando un sentido general de dependencia ante la comunidad de vida y de responsabilidad colectiva por nuestro futuro común. De no iniciar esta conversión, dictaremos para nosotros mismos la sentencia de desaparición. O nos transformamos o desapareceremos.
Hago mías las palabras de Celso Furtado, economista-pensador: “La gente de mi generación ha demostrado que está al alcance del ingenio humano conducir a la humanidad al suicidio. Espero que la nueva generación compruebe que también está al alcance del ser humano abrir camino de acceso a un mundo en el que prevalezcan la compasión, la felicidad, la belleza y la solidaridad”. Siempre y cuando cambiemos de paradigma.

ATTAC. El Gobierno y la Banca

     

EL GOBIERNO Y LA BANCA – CORTOMETRAJE


Publicado el 16.02.12


La Banca al Gobierno: 

"No he podido evitarlo, no puedo dejar de ser quien soy, ni actuar en contra de mi naturaleza, de mi costumbre y de como he aprendido a comportarme."


Ver el cortometraje:
  
http://www.attac.tv/2012/02/17289

   
 

martes, 14 de febrero de 2012

ATTAC. Por qué la economía española no se recuperará


Como diría una persona que conozco: ¡Que fuerte!!!

 

http://www.attac.es/2012/02/13/por-que-la-economia-espanola-no-se-recuperara/?utm_source=dlvr.it&utm_medium=twitter

 

Por qué la economía española no se recuperará

 

13 febrero 2012 | Categorías: Opinión | |

Vicenç Navarro – Consejo Científico de ATTAC España

Para un estudioso de la realidad económica de los países de la Eurozona (que no esté absorbido por el dogma neoliberal dominante en los mayores “fórums” financieros y económicos) es fácil ver cuáles son los mayores problemas que existen en esta zona monetaria, problemas precisamente creados por las políticas neoliberales impuestas por las instituciones que dominan la gobernanza de tales países, tanto en su esfera financiera como en la política. Uno es el problema de la demanda, es decir, de la escasa capacidad de consumo de la mayoría de la población. Esta escasez de demanda contribuye en gran manera al escaso crecimiento económico de los países de la Eurozona. Y otro problema es que los Estados, que en este momento están endeudados hasta la médula, tienen escasos recursos para llenar el vacío creado por la escasa demanda en el sector privado.

El endeudamiento de los Estados no se debe a su “excesivo” gasto público –como los neoliberales continúan acentuando- sino a sus limitados ingresos, resultado, no sólo del escaso crecimiento económico, sino también de las ayudas millonarias a los bancos y a las enormes reducciones de impuestos que ocurrieron en estos países, reducciones que beneficiaron, sobre todo, a las rentas del capital de las cuales derivan la mayoría de ingresos los sectores más adinerados de la población, es decir, los súper ricos. Estos súper ricos se han estado forrando de dinero invirtiendo en actividades especulativas (creando burbujas, bien sea inmobiliarias, bien de alimentos, bien sea de lo que sea) y comprando deuda pública a unos intereses hiperbólicos y exagerados. Ahora bien, ha llegado el momento de que los fondos donde los súper ricos invierten su dinero –los bancos, las compañías de seguros, sus pensiones privadas, los fondos de alto riesgo y otros instrumentos (todo ello conocido como el capital financiero)- tienen también un problema grave: han comprado deuda pública a unos intereses exagerados muy beneficiosos para ellos, pero lo han hecho tanto, que en estos momentos su propia viabilidad depende de que estos intereses se paguen (o que otros bancos compren los bonos públicos que tienen). Y el pánico les entra cuando comienzan a sospechar que tal vez los Estados no puedan pagarles. Y ello está ocurriendo ya en Grecia, y se está extendiendo a otros países de la Eurozona. De pronto, parece que tendrán que reducir sus ganancias y comenzar a acumular pérdidas.

¿Por qué los bancos dudan de que los Estados puedan pagarles lo que les deben?

La respuesta a esta pregunta clave conlleva una cierta esquizofrenia. Por un lado, los llamados “mercados financieros” creen que las cuentas de los Estados se están desmadrando, es decir, que tienen déficits públicos muy altos, y las finanzas públicas colapsarán. De ahí su insistencia en que los Estados tienen que reducir sus déficits públicos a fin de que los bancos les tengan confianza de nuevo. Es lo que se conoce como “recobrar la confianza de los mercados”.

Pero (y es ahí donde aparece la esquizofrenia) cuando se hacen recortes de gasto público, se baja la demanda y el crecimiento económico y se reducen los ingresos al Estado, con lo cual, paradójicamente, el déficit público, en lugar de bajar, continúa subiendo. Es lo que pasa en Grecia (y en España). La estupidez (y no se puede decir de otra manera) de reducir el gasto público en tiempos de recesión está llevando a un suicidio económico. Y los bancos comienzan a ser conscientes de ello. De ahí que ahora tengan dudas de que los Estados con el crecimiento tan bajo, e incluso negativo, puedan reducir su déficit. Y llevan razón en esta percepción. Es imposible crecer económicamente con las “políticas de austeridad” que los Gobiernos españoles (de Zapatero y de Rajoy) y europeos están llevando a cabo.

Se ha establecido así un círculo vicioso. Los bancos presionan para que haya recortes para reducir el déficit de los Estados, pero cuando ello ocurre, baja el crecimiento económico, con lo cual, los Estados dejan de ingresar recursos y aumenta el déficit. Se ha creado de esta manera tal parálisis, que los bancos incluso han dejado de comprar deuda pública, pues ya no se fían de nada ni de nadie. Y cuando reciben más de 500.000 millones de euros (que el Banco Central Europeo les regala, es decir, se los da sin ninguna condición, a un ridículo interés del 1%), lo primero que hacen los bancos es guardarse el dinero (depositándolo en el BCE para que se lo guarde). Mientras, el crédito al ciudadano y a la mediana y pequeña empresa brilla por su ausencia. Las grandes empresas, sin embargo, no tienen ningún problema de crédito, pues tienen más dinero de lo que se puedan gastar. En aquellos países como España, donde la mayoría del empleo lo crean medianas y pequeña empresas, la economía está cayendo en picado y el desempleo está subiendo.

¿Cómo se arregla esto?

En primer lugar, interrumpiendo las políticas neoliberales que han causado el problema que se está imponiendo (utilizo este término porque cada una de ellas es altamente impopular). El hecho de que se mantengan y continúen imponiéndose es porque benefician a unos intereses muy poderosos, incluyendo la banca y las grandes empresas, que están consiguiendo lo que han deseado siempre: debilitar al mundo del trabajo y privatizar el Estado del Bienestar.

Lo que hay que hacer es precisamente lo opuesto, tal como ocurrió en otras ocasiones en que las economías estaban en Recesión y Depresión. Las recesiones de principios del siglo XX (la Gran Depresión) y la existente al final de La II Guerra Mundial en Europa se solucionaron a base de unas políticas expansivas de gasto público, con el objetivo de crear empleo. Los Estados pueden generar recursos imprimiendo dinero y gravando a los sectores más pudientes de la población, que obtienen la mayoría de sus ingresos de las rentas del capital, que se gravan mucho menos que las rentas del trabajo. Y con este dinero pueden crear mucho empleo a través de inversiones públicas, tanto en infraestructuras fiscales (necesarias para el desarrollo económico), como sociales (necesarias para garantizar el Bienestar social de la población). Si España tuviera la política fiscal de Suecia con sus políticas de recursos humanos, el Estado español ingresaría 200.000 millones de euros más, creando cinco millones de puestos de trabajo, consiguiendo que los empleados en el Estado del Bienestar (sanidad, educación, escuelas de infancia, servicios domiciliarios, servicios sociales, vivienda social, entre otros) pasarán de ser de uno de cada diez adultos (como hoy, uno de los más bajos de la UE-15), a uno de cada cuatro, como en Suecia. Existe una gran urgencia en que el Estado (ya sea central, como autonómico o local), cree empleo en los servicios públicos del Estado y, muy en especial, en los servicios del Estado del Bienestar, que están subfinanciados y donde hay gran escasez de recursos humanos. Pero, además de ello, los Estados tienen que establecer bancas públicas (en lugar de continuar ayudando a la banca privada) que garanticen la disponibilidad del crédito. Con el dinero que se han gastado ayudando al capital financiero privado podrían haberse establecido bancos públicos que garantizaran la disponibilidad del crédito.

 ¿Podrían llevarse a cabo tales políticas expansivas en España? ¿Lo permitiría la Unión Europea?

Y ahí está el “quid” de la cuestión. Cuando uno propone medidas expansivas (y lo he estado proponiendo desde el inicio de la crisis), la respuesta inmediata es que esto no puede hacerse en el ámbito de un solo Estado. Pero ello no es cierto. Vemos los datos. Y ruego a los que estén en desacuerdo que provean otros datos. El Gobierno español podría haber hecho muchas cosas diferentes, incluso en las coordenadas existentes hoy. Por ejemplo, en lugar de recortar 600 millones de euros en los servicios domiciliarios, destruyendo empleo, se podrían haber ahorrado estos fondos (evitando la destrucción de empleo) y continuar financiando los servicios domiciliarios a base de reducir el subsidio público a la enseñanza religiosa en los centros públicos, que significa un gasto incluso mayor. O en lugar de reducir los salarios y el empleo público, se podrían conseguir muchos más fondos haciendo que las rentas del capital se graven al mismo nivel que las rentas del trabajo o prohibiendo las transacciones en metálico por encima de 1.000 euros, y así disminuir el fraude fiscal. De esta manera, el Estado se ahorraría incluso más millones que los que se consiguen con los recortes sociales, y con estos fondos se podría crear empleo (ver el libro Hay alternativas. Propuestas para crear empleo y bienestar en España, que Juan Torres, Alberto Garzón y yo publicamos recientemente).

Ni que decir tiene que la salida de la recesión podría facilitarse si se hicieran políticas expansivas a nivel de toda la Unión Europea, o al menos a nivel de la Eurozona. Esta sería mi solución preferida. Pero no veo que ello ocurra en las coordenadas políticas actuales y futuras. El BCE y la Comisión Europea, además del Consejo Europeo, están empapados del dogma neoliberal que refleja el enorme poder que el capital financiero y la gran empresa tienen en ellos. Incluso la “nueva” socialdemocracia continúa estancada en esta sabiduría convencional neoliberal. Como bien señala el economista George Irvin de la Universidad de Londres, en “Social Europe”, es frustrante ver al PD, el Partido Demócrata Italiano (una de cuyas raíces es el que fue el Partido Comunista Italiano) apoyando las políticas de austeridad del mal llamado tecnócrata Monti (un banquero ultraliberal) o el candidato socialista francés François Hollande, presentarse como un parangón de la rectitud fiscal, o al laborista Ed Ball (encargado de temas económicos en el partido de la oposición) indicando que si el Partido Laborista recupera el poder mantendrá los recortes de David Cameron, o al Partido Socialdemócrata alemán evitando comprometerse en políticas expansivas a nivel europeo, por no hablar de la socialdemocracia española que hasta el día de hoy no ha hecho ninguna propuesta de políticas expansivas, siendo su única propuesta la de disminuir la intensidad y la rapidez de los recortes. Sería de desear que la enorme crisis que está ocurriendo en la Eurozona hubiera dado pie a un cambio profundo de sus propuestas políticas, pero ello no está ocurriendo. Continuar esperando es injusto para los millones y millones de personas que están sufriendo como consecuencia de tales políticas neoliberales de austeridad.

De ahí que las izquierdas deberían considerar iniciar una reflexión y debate sobre la conveniencia de que España salga del euro. Suecia, que está en la Unión Europea, está saliendo de la recesión (con un crecimiento de un 3%) mejor que Finlandia, que tiene el euro. De nuevo, esta no sería mi primera solución, pero lo que no es tolerable es que a España se la condene a perpetuar la situación actual, en la que el 48% de jóvenes están en el paro. De todos los escenarios posibles, la situación actual es la peor. El debate en sí puede reavivar la búsqueda de alternativas a las políticas actuales, además de reforzar la postura de España en sus negociaciones con las fuerzas neoliberales que dominan la Eurozona, pues lo último que éstas desean es que los países que despectivamente llaman PIIGS (cerdos en inglés) se salgan del euro: ello significaría un enorme desastre para sus bancos (cuyo comportamiento contribuyó a la crisis que estos países están sufriendo). A no ser que se explore lo inexplorable, el Estado español continuará imponiendo políticas en sentido opuesto a lo que debería hacerse, y terminaremos en una Gran Depresión. Y si no se lo creen, continúen esperando y lo verán.

Artículo publicado en Fundación Sistema.