jueves, 24 de febrero de 2011

Valor de Ley.



El pasado fin de semana estuve en el cine viendo la película de los hermanos Coen "Valor de Ley".

Estuvimos en un cine de la calle Fuencarral, en Madrid. La entrada costaba 7 euros. En el cine de al lado, justo al lado, la entrada costaba 7,50€.

Como fuimos al cine 11 personas y la comisión que cobran por la compra por Internet es 0,90 euros por entrada, decidimos entre todos ahorrarnos casi 10€. Por ese motivo fuimos por la mañana a la calle Fuencarral, aprovechando que era sábado, para comprar con antelación y sin recargo las entradas en la taquilla del cine.

Nada, no fue posible, por la mañana en ese cine no estaba abierta la taquilla. En los dos cines de al lado tampoco.

Era el cine Roxy A y, por lo demás, la sala no estaba mal en cuanto a comodidad y limpieza. Al comenzar la sesión había una persona cortando las entradas, una persona en la taquilla y dos personas acomodando a la gente.

La película es una nueva versión (gracias babylon! por traducir del inglés tan requetebién la palabra "remake") de la que hicieron en 1969 con John Wayne de protagonista, en el papel del maduro comisario tuerto.

Me gustó, claro que me gustó. Una readaptación de la antigua peli a los gustos actuales, pero con el saborcillo de los antiguos tiempos del western. La acción se desarrolla en un estado de USA de cuyo nombre no me acuerdo, pero que estaba en lo que entonces llamaban la frontera, con una reserva de indios al lado. Los paisajes son todos invernales con muchos campos escarchados y con muy poca cantidad y viveza de colores. Buenas interpretaciones de los protagonistas principales y alguna escena nocturna, con plano lejano, que recuerda a películas antiguas y que a mi me encantó.

En resumen:

  1. Buena película.
  2. Buena sala de proyección, sin ningún tipo de lujo ni valor añadido.
  3. Precios altos.
  4. Más altos gracias a usurera comisión de venta de entradas por internet.
  5. Mal servicio de venta directa de entradas por parte de la sala.
 
Comentario final: Una familia de cuatro personas, muy probablemente, hubieran podido ver esa peli en casa, comprándola por internet, con un coste de sólo lo que se paga por la compra por internet de las entradas. 0,90 euros por 4 = 3,60 euros. Este es un precio razonable por la compra del visionado de una peli por Internet.

Me sigo acordando, y bien, de Alex de la Iglesia.

martes, 22 de febrero de 2011

La otra libertad de expresión


El concepto de Libertad de Expresión ha variado muchísimo desde los años 70 del siglo pasado hasta hoy.

 Cuando en España había un Gobierno autoritario, una dictadura, la libertad de expresión significaba simplemente la posibilidad de expresarte libremente en la calle con un grupo de amigos, en el bar, en un acto público, hasta en tu casa con un grupo de personas a las que no conocieras demasiado. Por supuesto también significaba que un periodista pudiera escribir un artículo de opinión fuera ésta la que fuera, o que un ciudadano pudiera expresar cualquier opinión en la sección de cartas al director de un diario, o cualquier cosa por el estilo.

 Ahora hemos dado un paso hacia adelante-atrás, o sea hemos avanzado pero no tanto como podríamos pensar.

 Hoy nos autocensuramos por miedo a lo que los demás puedan pensar de nosotros y eso es de las peores cosas que nos podrían suceder, no hay peor censura que la autocensura.  

 Los medios (de comunicación), generalmente en poder de grupos políticos o económicos, nos bombardean constantemente con actitudes a imitar, lanzando e imponiendo modelos de comportamiento. Estos modelos así distribuidos van calando en nuestra sociedad, a través de los lectores de diarios y revistas y las audiencias de los medios audiovisuales. Una gran mayoría de masa silenciosa (y conformista) los adopta y ¡zas! ya tenemos estados de opinión con un calado muy profundo en nuestra sociedad. Lo pernicioso es que aquellos que no actúan en el ámbito de estas actitudes, inoculadas en frecuentes y pequeñas dosis, son excluidos, se queda fuera. O eso nos creemos.

 Hay que tener mucha entereza, o un alto grado de madurez y convicción, para expresar opiniones contrarias a estos comportamientos y actitudes inoculados, ante la creencia de que el que se atreva será excluido ¿de qué? nos preguntamos algunos, "no se de qué" es una respuesta común, "pero es muy desagradable estar excluido, es una sensación que da miedo...".

 Hace poco hablaba con un amigo de mi edad, utilizando un eufemismo, una persona madura como yo, hablábamos de esto, le comentaba que, en mi opinión, nosotros las personas de nuestra edad, que ya hemos vivido mucho y que nos importa menos esa exclusión del mundo de "las modas", somos los que tenemos que abanderar la rebelión contra esto. Que tenemos que disentir, discernir, ejercer la rebeldía que la gente joven no ejerce (qué incongruencia), que nos tenemos que enfrentar a estas actitudes exclusistas expresando nuestra opinión clara, firme y libremente. Que es nuestro ejemplo el que puede ayudar a los más jóvenes a darse cuenta de que la rebeldía no tiene porqué ser un valor a la baja. Que rebelarse ante la presión de los que quieren uniformar nuestro comportamiento, nuestra opinión y hasta nuestro pensamiento es algo absolutamente sano, es más, necesario para nuestra globalizada sociedad. Que esta inoculada uniformidad de comportamiento, de opinión y de pensamiento no es buena, no conduce a nada positivo. Que quizás los excluidos de "no se qué", cuando se encuentren fuera del "no se qué" se den cuenta de que son muchos más que los que están dentro, aunque no sean uniformes. ¡Viva la diferencia! Dicha exclusión no existe, es un invento interesado.

 En fin, perdonad la arenga, pero es que esta tendencia a la uniformidad que nos invade está contribuyendo al conformismo que nos atenazará y que nos puede conducir a un nuevo tipo de esclavitud en el que no existan cadenas de hierro sujetas a muñecas y tobillos, porque no hagan falta. Que retorne a este mundo globalizado el viejo y desusado concepto de siervo, siervos de las sociedades anónimas, de entes no humanos, por demás, inhumanos.

 Hay que disentir, defender con convicción nuestras ideas, para lo cual, evidentemente, tenemos que tenerlas.

 Pensar, pensar, pensar, pensar y pensar, no huir de lo que nos puede alienar, pero luchar contra la alienación. Entre la diversión y la alienación puede haber tan solo unos minutos de diferencia, los minutos en exceso que dedicamos a lo primero. Ojo, mucho ojo, con las adicciones: alienan.
   

viernes, 18 de febrero de 2011

Más sobre Opinión Pública


Pero esta vez en palabras de Ernesto Sábato, están en su libro La Resistencia (2000).

Muy a menudo compruebo que todo es opinable, y alguien que comenzó antes de ayer puede hablar tanto como otro cuya trayectoria está largamente probada en la vida del país. Y su opinión llega a ser clasificatoria, y no tiene siquiera que demostrarse. La llamada opinión pública es la suma de lo que se le ocurre a quienes, en esos minutos, pasan ocasionalmente por la esquina elegida, y conforman el mínimo universo de una encuesta que, sin embargo, saldrá a grandes titulares en los diarios y los programas de televisión. Las preguntas que suelen hacerse son de una torpeza que pondrían frenético a Sócrates, que las colocó en el lugar de quien ayuda a dar a luz. Todo pasa y todas las perspectivas son válidas. Lo mismo Chicho que Napoleón, Cristo que el Rey de Bastos. No se piensa en futuro, todo es de coyuntura.

Otra consecuencia de este estado de cosas es la sobrevaloración de la diversión. Los programas “divertidos” tienen mucho raiting —y el raiting es lo supremo— no importa a costa de qué valor, ni quién lo financia. Son esos programas donde divertirse es degradar, o donde todo se banaliza. Como si habiendo perdido la capacidad para la grandeza, nos conformáramos con una comedia de regular calidad. Esta desesperación por divertirse tiene sabor a decadencia.

jueves, 17 de febrero de 2011

El sol y la ciencia

   
Los rayos solares nos aman, lo noto, y su amor es correspondido por mi, los amo.

Su luz y su calor nos dan vida, no sólo a las plantas, tambien a los seres humanos, a mi.

¿Que cómo lo se? Pues porque lo noto, lo siento.

Aunque pudiera hacer una una demostración científica de que esto es cierto (no puedo), no la haría, no necesito demostrarlo científicamente, mi cuerpo lo siente, mis sentidos los sienten, mi ánimo lo siente, esa es mi demostración, con ello me basta.

Con ello nos debería bastar a todos.

Lo otro, la ciencia, la demostración científica, es un "además de". ¿Necesaria? bueno... quizás, no lo tengo del todo claro. Dudar es bueno y sano para el espíritu, nos hace pensar.
   
    

miércoles, 16 de febrero de 2011

Alex de la Iglesia y el cine.


Me han llamado mucho la atención las palabras de Alex de la Iglesia en la Gala de los Goya, esas en las que dice "… Internet es, precisamente, la SALVACION de nuestro cine …", podéis leer el discurso íntegro en este blog, concretamente en una de las entradas de ayer.

Me llama la atención que Alex diga que Internet sea la salvación de nuestro cine y además explicándolo de la forma que lo hace, sencilla y valiente.

En mi opinión, después de leer su discurso, lo que quiere transmitir es que el cine español puede y debe apoyarse en Internet para lanzar una ofensiva invirtiendo y construyendo una infraestructura que le permita captar nuevos clientes ó recuperar algunos de los perdidos, para obtener ingresos adicionales a los de las taquillas de las salas de proyección.

Que sea el cine español, la industria española del cine, no las multinacionales distribuidoras de siempre, la que monte una innovadora infraestructura que facilite la venta directa del producto, de un buen producto, de calidad, a un precio razonable, sin intermediarios, a través del nuevo canal, de Internet, como dice Alex “ …innovando, adelantándose con propuestas imaginativas, creativas, aportando un NUEVO MODELO DE MERCADO …

O sea Alex pretende que se aplique una política que no es nueva: "Si no puedes con tu enemigo, únete a él, porque así tu enemigo dejará de serlo y porque así posiblemente descubrirás que nunca fue tu enemigo".

Esa postura es, desde mi punto de vista, novedosa e inteligente. A nivel individual o a pequeña escala hace tiempo que hay iniciativas de ese tipo con respecto a la red de redes, pero nunca a nivel global de una industria de un país.

Asistir hoy a una sala de cine en Madrid cuesta más o menos 7,50 euros por persona, a mi me parece una auténtica barbaridad. Ese es uno de los motivos por los que la gente va poco al cine. A una pareja le cuesta 15 euros, a una familia con un hijo 22,50 euros y a una pareja con dos hijos 30 euros, todo eso sin contar palomitas, etc...  Cantidades demasiado altas con "la que está cayendo" sobre nuestra economía.

Sin embargo, hoy en día mucha gente puede ver cine en directo a través de sus conexiones a la red con una calidad muy digna. Aun en los casos que no sea así, a causa de una conexión de "menor velocidad", una película se podría bajar al disco duro en un tiempo inferior a una hora (muy inferior). Pero en un futuro casi inmediato las barreras de este tipo no existirán.

Las familias podrían ver desde sus casas películas de estreno con una muy buena calidad tanto de video como de audio y a unos precios razonables, eso si, posiblemente una o dos semanas después de su estreno en salas comerciales.

Mas ventajas aun, ¿que mercado le espera al cine español uniéndose a Internet? pues en primer lugar el español, pero rápidamente el mercado de todos los hispanoparlantes del mundo y después todas las personas de cualquier país que tengan una conexión de banda ancha a Internet. El mercado potencial del cine español sería enorme, impensable  hace unos años cuando se fundo la Academia del Cine Español. Y en esto es como en todo, el que da primero da dos veces.

Las salas de cine se mantendrían e incluso deberían mejorar. Se podrían permitir subir los precios para aumentar la calidad en proyección, en limpieza, en servicio. Se convertirían en proveedores de un artículo de lujo, como lo son los estadios de futbol como el Santiago Bernabeu o el Camp Nou, donde se pagan cantidades muy altas por ver un partido. La gente iríamos menos veces a las salas, de una forma más selectiva, para ver películas en las que una pantalla muy grande o un sonido o visionado especiales nos compensaran el precio.

Una revolución, un cambio de cultura como dice en su discurso Alex de la Iglesia. 

Animo Alex!

PD. Esta mañana he oido a la ministra en la radio hablando de "videoclubs por internet", como siempre esta señora no se entera. Que no! Que las miras deben ser mucho más amplias! Que estamos hablando de industria e innovación! Que eres una ministra del gobierno de España! En fin...

martes, 15 de febrero de 2011

No he podido resistirme.

No he podido resistirme a publicar esta segunda entrada, aunque hoy ya publiqué una.

"Entre lo que deseamos vivir y el intrascendente ajetreo en que sucede la mayor parte de la vida, se abre una cuña en el alma que separa al hombre de la felicidad como al exiliado de su tierra."


Ernesto Sábato, La Resistencia (2000)

El cine español en 2011.


Discurso íntegro de Alex de la Iglesia en la entrega de los Goya
(13 de Febrero de 2011)

"Internet es, precisamente, la salvación de nuestro cine"
"Una película no es película hasta que alguien se sienta delante y la ve"
"Si queremos que nos respeten, hay que respetar primero
"


Buenas noches. El día de hoy ha llegado porque hace 25 años, doce profesionales de nuestro cine, en medio de una crisis tan grave como la nuestra, caminaron JUNTOS a pesar de sus diferencias. Quiero empezar este discurso felicitando a los fundadores de la Academia.

No sólo ellos, sino todos los que me han precedido en esta institución, vicepresidentes, miembros de las juntas directivas y el conjunto de los académicos, nos han traído esta noche aquí, al Teatro Real, para celebrar el 25º aniversario de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas y la existencia misma de los premios Goya. A todos, muchísimas gracias.

PUEDE PARECER que llegamos a este día separados, con puntos de vista diferentes en temas fundamentales. Es el resultado de la lucha de cada uno por sus convicciones. Y NADA MÁS. Porque en realidad, todos estamos en lo mismo, que es la defensa del cine. Quiero por ello felicitar y agradecer a todos los que estáis aquí, por caminar juntos en la diferencia, y hasta en la divergencia.

Hacemos mucho ruido, pero es que esta vez, hay muchas nueces. El choque de posturas es siempre aparatoso y tras él surge una nube de humo que impide ver con claridad. Pero la discusión no es en vano, no es frívola y no es precipitada.

No podemos olvidar lo más importante, el meollo del asunto. Somos parte de un Todo y no somos NADIE sin ese Todo. Una película no es película hasta que alguien se sienta delante y la ve. La esencia del cine se define por dos conceptos: una pantalla, y una gente que la disfruta. Sin público esto no tiene sentido. No podemos olvidar eso JAMÁS.

Dicen que he provocado una crisis. Crisis, en griego, significa "cambio". Y el cambio es ACCION. Estamos en un punto de no retorno y es el momento de actuar. No hay marcha atrás. De las decisiones que se tomen ahora dependerá todo. Nada de lo que valía antes, vale ya. Las reglas del juego han cambiado.

Hace 25 años, quienes se dedicaban a nuestro oficio jamás hubieran imaginado que algo llamado INTERNET revolucionaría el mercado del cine de esta forma y que el que se vieran o no nuestras películas no iba a ser sólo cuestión de llevar al público a las salas.

Intenet no es el futuro, como algunos creen. Internet es el presente. Internet es la manera de comunicarse, de compartir información, entretenimiento y cultura que utilizan cientos de millones de personas. Internet es parte de nuestras vidas y la nueva ventana que nos abre la mente al mundo. A los internautas no les gusta que les llamen así. Ellos son CIUDADANOS, son sencillamente gente, son nuestro PUBLICO.

Ese público que hemos perdido, no va al cine porque está delante de una pantalla de ordenador. Quiero decir claramente que NO TENEMOS MIEDO a internet, porque internet es, precisamente, la SALVACION de nuestro cine.

Sólo ganaremos al futuro SI SOMOS NOSOTROS LOS QUE CAMBIAMOS, los que innovamos, adelantándonos con propuestas imaginativas, creativas, aportando un NUEVO MODELO DE MERCADO que tenga en cuenta a TODOS los implicados: Autores, productores, distribuidores, exhibidores, páginas web, servidores, y usuarios. Se necesita una crisis, un cambio, para poder avanzar hacia un nueva manera de entender el negocio del cine.

Tenemos que pensar en nuestros derechos, por supuesto, pero no olvidar NUNCA nuestras OBLIGACIONES. Tenemos una RESPONSABILIDAD MORAL para con el público. No se nos puede olvidar algo esencial: hacemos cine porque los ciudadanos NOS PERMITEN hacerlo, y les debemos respeto, y agradecimiento.

Las películas de las que hablamos esta noche son la prueba de que en este país nos dejamos la piel trabajando. Sin embargo, el mismo esfuerzo o mayor hicieron tantas otras películas que NO HAN LLEGADO a los sobres de las candidaturas. Ellos tambien se merecen estar aqui, porque han trabajado igual de duro que nosotros.

Quiero despedirme en mi última gala como presidente, recordando a todos los candidatos a los Goya TAN SÓLO una cosa: qué más da ganar o perder si podemos hacer cine, TRABAJAR en lo que más nos gusta. No hay nada mejor que sentirse LIBRE creando, y compartir esa alegría con los demás. Somos cineastas, contamos historias, creamos mundos para que el espectador viva en ellos. Somos más de 30.000 personas que tienen la inmensa suerte de vivir fabricando sueños. Tenemos que estar a la altura del PRIVILEGIO que la sociedad nos ofrece.

Yo creo, con toda humildad, que si queremos que nos respeten, hay que respetar primero.

Y Por último, me gustaría contarle algo al próximo Presidente de la academia, que ya me cae bien, sea quien sea: estos han sido los dos años más felices de mi vida. He conocido gente maravillosa de todos los sectores de la industria. He visto los problemas desde puntos de vista NUEVOS para mí, lo que me ha enriquecido y me ha hecho mejor de lo que era. He comprobado que trabajar para los demás es una experiencia extraordinaria por muy duro que resulte en un principio, y sobre todo: han pasado 25 años MUY BUENOS, pero nos quedan muchos más, y seguro que serán MEJORES.

Buenas noches.

En este texto se han respetado las mayúsculas enfatizadoras del discurso.

lunes, 14 de febrero de 2011

Palabras bonitas.

Me gusta la palabra coraje y tambien la palabra convicciones.

Me gusta tambien la palabra primavera y la primavera.

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viernes, 11 de febrero de 2011

Martin Luther King

Me ha llegado uno de esos correos que se envían masivamente en el que está escrita una frase que atribuye a Martin Luther King.

"No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética.  Lo que más me preocupa es el silencio de los buenos."

No tengo ni idea de si este señor escribió esto, algo parecido o si se lo ha inventado alquien.

Pero a mi me desespera el silencio de los buenos, me violentan los violentos malos, me crispan los corruptos, me dan asco los deshonestos y me preocupan los sin etica.

jueves, 10 de febrero de 2011

Arroz.

Un truquillo.

Cuando hacemos arroz, ya sea seco (paella incluido), meloso (incluido risottos) ó caldoso, lo importante no es la cantidad de liquido que hay que poner al arroz para que hierva. La cantidad de líquido es variable.

Lo importante es el tiempo de cocción, que dependiendo de como sea el agua del lugar, la altitud, el gusto de cada uno sobre el punto de dureza, etc... puede oscilar un poco.

Yo vivo en Madrid y al arroz bomba lo dejo hervir entre 17 y 18 minutos. Los que vivan en otros lugares pueden probar con 17 minutos e ir ajustando según vean cómo sale.

¿Que hacemos con el liquido? Pues muy fácil, se echa en principio 1,5 veces en volumen la cantidad de arroz. Por ejemplo: para una taza de arroz se incorpora al principio una taza y media de líquido. No es imprescindible que el líquido esté hirviendo cuando se eche el arroz. Yo echo el líquido caliente sobre el arroz rehogado.

El resto de líquido ó agua, si no nos queda líquido, lo ponemos a calentar y lo mantenemos en una ligera ebullición, en un fuego al mínimo, al lado del arroz que estamos cocinando. Según se vaya secando el arroz iremos incorporando más líquido, poco a poco, hasta que se cumpla el tiempo.

Más trucos.

Mientras que muchos dicen que la paella no se debe remover (aunque tampoco la desgracias si la mueves un poco si lo ves necesario), en el caso del arroz meloso y los risottos, debe moverse con frecuencia con una cuchara de palo.

A los risottos se les incorpora queso fuerte rallado un par de minutos antes del final y cuando ya casi se ha llegado al final de la cocción, se les incorpora una cuchara pequeña colmada de de mantequilla (no margarina) por persona. Hay que comerlo recién hecho, nada de dejarlos reposar como a las paellas.


Curioso.
En Vietnam, para secar los granos de arroz, en el campo, es muy corriente que los extiendan sobre el asfalto de las carreteras. Así muchas veces ves a los automóviles pisando el arroz con los neumáticos al circular, aunque alguno pretenda esquivarlo. En el caso de los autocares, los camiones, o los cruces entre dos automóviles que circulan en opuestos, es imposible esquivarlo.

Ya ves, y aquí con tantos remilgos…


 

miércoles, 9 de febrero de 2011

La Opinión Pública.

Hace unas semanas, en este blog, comenté que algún día expresaría mi opinión sobre lo que se denomina OPINION PUBLICA.

Directamente la OPINION PUBLICA NO EXISTE, y si existe es mejor que hagamos como si no existiera.
Voy a poner un ejemplo que va  desarrollarse dentro de un escenario bastante "correcto", ya que podríamos poner otros que se desarrollaran de una forma bastante más arbitraria, por ejemplo un periodista o sucedaneo que escribe su artículo de opinión en un medio. Ya sabemos todos que los medios de comunicación son los "voceros de la opinión pública".

En mi ejemplo vamos a conocer la opinión pública sobre el color rojo de los pimientos. El método va a ser la realización de una encuesta. Va a resultar algo más costoso pero bastante menos arbitrario que lo del articulo de opinión.

Partamos de que por Opinión Publica sobreentendemos todos que es la "opinión de la gente", de los ciudadanos de un determinado territorio, sobre un determinado asunto.
El formato del resultado que queremos obtener es algo así como:

"La mayoría de los ciudadanos opina A, aunque hay algunos que opinan B, que es aproximadamente la misma cantidad de los que no tienen opinión porque les da igual, y prácticamente nadie opina C." 

Resumen: La Opinión Pública mayoritaria es A, aunque lo de "mayoritario" a muchos se les olvidará 2 minutos después de escucharlo o leerlo.

Para obtener la Opinión Publica Española deberíamos incluir a toda la población española que puede tener una opinión sobre este asunto.

Pero en realidad se extrae una muestra, porque no vamos a preguntar a todos los españoles ¿no? Hay baremos que establecen el tamaño de la muestra en función del tamaño de la población.

En nuestro ejemplo vamos a ser humildes y vamos a intentar conseguir la Opinión Publica de Peralejos del Melón, pueblo de la provincia deToledo que tiene 1230 habitantes mayores de 10 años. Dada la enjundia de la pregunta es normal que sea suficiente que los ciudadanos sean mayores de 10 años (aunque algún político diría que de 10 a 17 no votan y por tanto podría ser una pérdida de tiempo y de dinero).

Hemos buscado un experto para que nos indique el volumen de la muestra. Su respuesta es:

MUESTRA:
  • 120 habitantes, 60 mujeres y 60 hombres
Con la siguiente distribución por cada sexo: 
  • 8 individuos de 10 a 20 años, 
  • 9 de 20 a 30 años, 
  • 9 de 30 a 40 años, 
  • 15 de 40 a 50 años, 
  • 9 de 50 a 60 años, 
  • 5 de 60 a 70 años y 
  • 5 individuos mayores de 70.
Ya podemos a hacer la encuesta y la pregunta elegida es, ¿Qué opina usted del precioso colorido de los pimientos rojos en época de recolecta?. No se si observáis algo anómalo en la pregunta, si no lo observais poneos gafas y si seguis sin verlo, os aconsejo que dejeis de leer esto, sería una pérdida de tiempo.

Las respuestas ofertadas son (si no habéis dejado de leer lo entenderéis):

a. Qué bonito es el color rojo de los pimientos.
b. Siempre me parecen bonitos
c. Cuando no me parecen bonitos, me parecen excelsos.
d. No sabe / No contesta.

Una serie de aguerridos, mal pagados y por lo tanto poco motivados encuestadores se lanzan a las calles del pueblo a preguntar a la mitad de la población varonil en un día lluvioso en el que se ha perdido el 65% de la cosecha de melones del pueblo a causa de una pedriza. 

Resultado de la encuesta:

a. Qué bonito es el color rojo de los pimientos.                  8
b. Siempre me parecen bonitos                                            2
c. Cuando no me parecen bonitos, me parecen excelsos.    0         
d. No sabe / No contesta.                                                    50

En realidad la mayoría de las respuestas han sido del tipo "¡a mi qué coño me importa el color de los pimientos, joder!, automáticamente el encuestador coloca la respuesta en la casilla d.

Los niños y adolescentes que no estaban llorando porque sus padres les habían caneado dijeron que su respuesta era a ó b, también algún anciano le pareció bonito el rojo.

Una semana más tarde vuelven los encuestadores al pueblo para entrevistar a la otra mitad femenina. Hace un día fabuloso de sol, la primavera llena todos los rincones y las señoras muestran por primera vez sus piernas desnudas, ayer fue domingo y pudieron depilarse.       

Resultado:

a. Qué bonito es el color rojo de los pimientos.                 35
b. Siempre me parecen bonitos                                          20
c. Cuando no me parecen bonitos, me parecen excelsos.   2         
d. No sabe / No contesta.                                                     3

El día siguiente ya tenemos el resultado global de la encuesta, que es este:

a. Qué bonito es el color rojo de los pimientos.                  43
b. Siempre me parecen bonitos.                                           22
c. Cuando no me parecen bonitos, me parecen excelsos.   02
d. No sabe / No contesta.                                                     53      

En la junta municipal, ante el pleno del ayuntamiento, el alcalde dice:

"Me complace informaros que la Opinión Pública de Peralejos del Melón dice masivamente que les gusta el color rojo de los pimientos, aunque en realidad ha habido un importante porcentaje de ciudadanos que ó no tenían opinión ó no les importaba. Pero el color rojo del pimiento nos mola masivamente."

Al día siguiente aparece este mismo comentario del alcalde junto con los resultados de la encuesta en La Gaceta de Peralejos.

Al mes siguiente, el alcalde decreta que se va a subvencionar en un 90% el cultivo de pimientos rojos para felicidad y regocijo de los ciudadanos. Evidentemente piensa que su nivel de popularidad va a crecer de una forma desmesurada y las próximas elecciones son suyas.

Al año siguiente el ayuntamiento tiene problemas presupuestarios porque ha sido un desastre la campaña de pimientos rojos, joooooder! a quien se le ocurriría una idea tan nefasta!

Por supuesto, dice el Alcalde en voz baja y en sus círculos más cercanos, hemos seguido los deseos de la Opinión Pública, uno de los principios básicos de la democracia y por lo tanto tenemos que tener la conciencia absolutamente tranquila.

¿No será mejor que nos hagamos a la idea de que la Opinión Pública no existe?

martes, 8 de febrero de 2011

Paradoja de la democracia


Hay elecciones soberanas en mi país. Los ciudadanos soportamos un bombardeo continuo de arengas y amenazas durante un mínimo de quince días y algunos sobrevivimos a ello manteniendo nuestra opinión sobre las cosas y las ideas. El día propuesto nos acercamos a las urnas y votamos, porque es nuestro deber.

Esto es la democracia ¿no?

Pues luego nuestras vidas se rigen por lo que dice Angela Merkel desde Alemania, en el mejor de los casos. En el peor por lo que dice un señor que vive en una casa de color blanco allende los mares.


Diccionario Real Academia de la Lengua (RAE)

paradojo, ja.
 (Del lat. paradoxus).
 1. adj. desus. paradójico.
 2. f. Idea extraña u opuesta a la común opinión y al sentir de las personas.
 3. f. Aserción inverosímil o absurda, que se presenta con apariencias de verdadera.
 4. f. Ret. Figura de pensamiento que consiste en emplear expresiones o frases que envuelven contradicción. Mira al avaro, en sus riquezas, pobre

lunes, 7 de febrero de 2011

Pensamiento.

Algunas veces pienso que nuestra sociedad no está tan vieja y podrida como pienso otras veces. Pero no hay que confiarse. Para enfrentarnos a un problema hay que conocerlo. Para luchar contra nuestro enemigo tenemos que saber que lo es. Para poder resistir hay que conocer que hay algo que nos acecha. Para tener alegría hay que ser consciente de lo que nos amenaza y de que estamos haciendo todo lo posible para que persista lo que amamos.

viernes, 4 de febrero de 2011

Angela Merkel (again)

En estos últimos días he oído y leído en dos medios de comunicación de distinta tendencia que Doña Angela Merkel, la jefa, ha dicho algo así como que "las subidas de sueldo estén vinculadas a la productividad y no al IPC". Bueno, teniendo en cuenta sus tendencias políticas no me extraña nada que apoye políticas socioeconómicas neoliberales. Lo que me preocupa es lo que se pueda entender por "productividad". Me preocupa de verdad.

Bueno, ahora sólo falta saber si realmente Doña Angela ha dicho eso o no.

jueves, 3 de febrero de 2011

Tasajo



(Gracias Pili, está buenísimo)

En Extremadura, al noreste de la provincia de Cáceres, al sur de la Sierra de Gredos, hay una comarca que se llama La Vera.

Es muy bonita, típica, amable y relajada y aconsejo a mis convecinos de Madrid que la visiten, ya que está relativamente cerca.

Si la comarca es bonita, sus habitantes merecen un comentario aparte que espero poder hacer otro día en este blog. Por adelantar algo, sin incluir matices ni descripciones más amplias, los definiría como entrañables.

Una de sus delicias gastronómicas se llama Tasajo y puedo asegurar que está delicioso.

Se trata de una carne magra de cabra ó de cerdo, adobada con pimentón de La Vera, ajo, orégano y sal, macerada y seca. Parece ser que se saca de las patas delanteras de los animales formando tiras de carne con el fin de obtener un perfecto secado.

Estas tiras una vez secas se cortan en tajos y es justamente de este hecho de lo que le viene el nombre: “tasajo”. Estos trocitos de tasajo carecen de grasa y tienen un sabor parecido al lomo embuchado.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Conocimiento


Conocimiento puede tener varios significados. En el que yo estoy pensando ahora, el importante, quizás más que importante la palabra sea trascendente, es aquel al que se llega no solo con ver, sino con mirar, no solo con mirar, sino observando cuidadosa y detenidamente, no solo observando cuidadosa y detenidamente, sino indagando, preguntándonos el porqué, ¿el porqué de qué?, de actitudes, de situaciones, de comportamientos, pequeños quizás, aparentemente intrascendentes, aparentemente invisibles, de los que hay muchísimos pero sólo algunos vemos.

Más que observar cuidadosa, detenida y profundamente, se trata de penetrar en su naturaleza, en su vida, en su historia, escuchar atentamente, discernir entre lo dicho banalmente y lo expresado desde lo más profundo del corazón y sobre todo del cerebro, a veces del subconsciente. Si todo eso se hace sin ánimo de hacerlo, sin malicia (qué palabra), de una forma no consciente, involuntaria, entonces, algunas personas lo llamamos intuición. No todas las personas tenemos esa capacidad. Yo conozco algunas y, es curioso, en la que estoy pensando en este momento es alguien a quien se le nota mucho, aunque, si estoy en lo cierto, quizás sólo lo note yo porque también soy una persona intuitiva.

Quiero decir, adicionalmente, que a veces me equivoco y suele ser fatal, porque me fío demasiado de mi intuición.