jueves, 2 de octubre de 2014

Empresarios de mierda (EdM).

 
  

Alguna vez he comentado en este blog  que cada vez hay menos grandes empresarios. Cada vez hay más grandes sociedades anónimas uninacionales o multinacionales dirigidas por altos ejecutivos que en la inmensa mayoría de los casos van solo a cumplir objetivos a corto plazo. Objetivos económicos que les marcan los consejos de administración y que lo único que pretenden es obtener esos beneficios también a corto plazo. Y así les va, bueno, así nos va a todos.

Pero aquí, en España, quedan muchos pequeños empresarios, muchos.

Los hay buenos, la mayoría. Se preocupan por su negocio y consiguen con esfuerzo, dedicación  e inteligencia sacarlo adelante poco a poco. Son honestos en la medida de lo posible, porque nuestros gobiernos, los múltiples que tenemos, cada vez nos lo ponen más difícil. Se quejan lo justo, porque saben que la situación es difícil, pero que la mejor forma de sacar el negocio adelante es que tenga unos buenos cimientos y en eso están, por eso se pelean día a día.

Contratan solo el personal que necesitan después de un cuidadoso proceso de selección. Intentan tener a sus empleados motivados porque saben que son parte muy importante del éxito de su negocio. Eligen también cuidadosamente a sus proveedores en base a sus necesidades y enfocan bien su segmento de clientes cuidándolo con esmero, casi con mimo.

Pero cada vez se da más el caso de lo que aquí defino de forma despectiva como “Empresarios de Mierda” (a partir de ahora me referiré a ellos como EdM). Son vagos, brutos, deshonestos, ignorantes y caprichosos.

Una de las características de los EdM es que todo el mundo tiene la culpa de que su negocio vaya mal excepto ellos. Otra es que los empleados siempre son un lastre y los proveedores un coñazo necesario, al igual que los clientes. Su objetivo principal es sacar la mayor cantidad de "pasta" en el menor tiempo posible.

Mientras las cosas iban bien, no tenían problemas, pero... ¡jooooder ahora!

Cuando cualquier empresario contrata un empleado es porque necesita a alguien que le ayude a sacar adelante su negocio. Que no nos quepa duda a nadie. Pero el EdM habitualmente lo contrata también para escaquearse de parte de su trabajo o incluso de parte de sus responsabilidades. Lo normal es que un EdM no trabaje, para eso están los empleados, porque con frecuencia ni siquiera piensa. Son caprichosos y el trabajo intelectual no les interesa, salvo para sus “caprichitos”, claro.

Un EdM habitualmente no organiza su negocio, organizar no suele formar parte de sus caprichos. Por lo tanto ante la falta de organización, la cantidad de trabajo aumenta y es por este motivo que un EdM tiene que tener, al menos, el doble de empleados que necesita su negocio. Y si no los tiene, las cosas irán muy mal, creando un alto grado de insatisfacción en sus clientes al no darles el nivel de servicio/producto adecuados.

Para los EdM, como ya he dicho, los empleados son una rémora. En el mejor de los casos les paga a fin de mes como un "favor" que les hace, dándoles el peor sueldo que puede, e incluso el que no puede porque esté fuera de la legalidad.

El EdM trata despóticamente a sus empleados, le da igual el nivel de motivación que esto genere en ellos, solo son seres inferiores que pueden vivir gracias al trabajo que les da.

Los negocios de un EdM, en las condiciones económicas y sociales actuales, no suelen ser muy rentables y van derechos al fracaso a medio plazo.

Los EdM pagan a los proveedores porque no les queda más remedio. Es más, si pueden no les pagan e intentan recibir algún que otro pedido alargando los plazos de pago alegándoles que es temporal, "para intentar salir adelante"...

Los EdM, cuando se dan cuenta de que el negocio va derecho al fracaso, que no suele ser a los primeros síntomas sino cuando la situación está ya bastante podrida, intentan hacer lo que sea, lo que sea, para no pagar ni a proveedores ni a empleados y seguir con el negocio hasta situaciones difíciles de entender para una persona en su sano juicio. Intentan liquidarlo de forma que no se vean afectados para nada. Y como siempre la cagan. Se arruinan y hunden a proveedores y empleados.

Pienso que realmente son una minoría, pero van en aumento.

Y además lo peor. Es un estereotipo que, dentro de nuestro entorno europeo, se da básicamente en España. Es un fenómeno típico español.

¿Ira en nuestros genes? 








1 comentario:

Unknown dijo...

Amén, lo clavaste