martes, 20 de febrero de 2018

El pistón de la trócola V2



Atravesaron la puerta del concesionario con cara de frustración, había una sala enorme llena de coches y un apartado al fondo donde había un conjunto de mesas y sillas altas. Todo era blanco con ribetes amarillos y grises.

Durante los últimos días habían recorrido seis o siete, fracaso tras fracaso. Pero ahora Julita y Raúl tenían un agradable presentimiento, esta vez sí.

Después de unos minutos de espera, se les acercó un típico vendedor cincuentón que les saludó amablemente y a continuación les preguntó en qué podía ayudarles.

  • Mire, queremos un biplaza descapotable, todos nuestros hijos se han ido ya de casa y nos hemos quedado solos, así  que hemos decidido darnos ese capricho. El precio no importa pero tiene que tener pistón de la trócola electrónico. Tapicería de cuero, techo abatible rígido... todas esas cosas nos importan menos.
  • Muy bien señor, síganme a la exposición, voy a enseñarles el modelo FX24Z que además dispone de zutón retráctil.

De repente, al levantarse de la silla, el vendedor se llevó la mano al costado izquierdo y tras una convulsión cayó, quedando boca arriba sobre el blanco suelo.

Julita y Raúl se quedaron paralizados por la sorpresa.

Ella se dirigió hacia el cuerpo y arrodillándose ante él acercó sus labios a los del vendedor.

  • ¡Julita! ¡Qué vas a hacer! No soy celoso pero…
  • No seas tonto, ¿no ves que le voy a hacer el boca a boca?
  • ¡Pero si está muerto! Es un infarto!
  • ¡Yo a éste le revivo y nos vende el coche! Mañana mismo. No recorro ni un concesionario más siendo el hazmerreir de todo el mundo.







No hay comentarios: