Rick miró hacia arriba y a continuación a ambos
lados, pista libre, aceleró violentamente el transporter, ya estaba en el nivel
superior que esperaba que le llevaría directamente al cubo donde ejercía Paul
como set advisor. El viento le acariciaba la cara y se sentía bien, lo
necesitaba. De repente con la misma violencia frenó en seco y se precipitó
hacia el suelo. Ya estaba frente al cubo de Paul, el descenso había sido
progresivamente suave.
No sin dificultad se introdujo en el tubo
distribuidor y en pocos segundos estaba en la antesala, frente al espejo. Puso
su mejor y más natural sonrisa mientras al ver su imagen tomaba conciencia de
nuevo de que no podía seguir así, tenía que hacer algo más de ejercicio, no
había excusas.
- Hola Rick, ¿Que te trae por aquí?
- Buenos días Paul, hace mucho tiempo...
- Pues sí las vacaciones no estuvieron mal ¿verdad?
- Sí, quizás el año que viene podríamos volver a hacer algo.
- Me temo que no va a poder ser. El año próximo tengo mucho trabajo. Bueno, imagino que has venido por algo importante.
- Sí Paul, no ha sido fácil la decisión, necesito cambiar de set. No soporto a Josué, mira que lo he intentado pero ya no puedo más.
- Sabes que va a ser díficil y además bastante caro...
- Por eso vengo a verte.
- ¿En que vas a basar tu petición?
- ¿Acoso? ¿Qué te parece?
- A ver, cuéntame.
Rick estaba muy contento cuando llegó al home,
había conocido a Rita en el Atlántico occidental recolectando sardinas, durante
el mes que duró se llevaron bien, había complicidad, tenían algunas aficiones y
gustos comunes y pocos incompatibles, ambos eran hetero sexuales y concebían el sexo
como algo gozoso por encima de todo, por lo tanto ninguno era excesivamente
exigente en ese aspecto. Entonces él vivía en una cabaña en el campo trabajando
como guarda forestal salvo en los periodos de labor estatal, como todo el
mundo, y por lo tanto su cuota contaminativa era muy baja. Rita vivía en un set
de una ciudad desde hacía dos años. El set estaba compuesto por dos hombres y
tres mujeres. Los dos hombres y una de las mujeres eran bisexuales. Aún no
había ningún nato. Rick fue aceptado rápidamente en el set por su baja cuota
contaminativa acumulada. Todo había ido bien durante los dos primeros años, la
convivencia fue buena, el home era muy cómodo y dado que al poco de llegar
habían tenido un nato, podían estar tranquilos porque tenían un colchón de seis
años para el siguiente, el sexo reproductivo no tenía que considerarse una
obligación por el momento, podían disfrutar.
Pero unos meses después de la llegada del nato
abandonaron el set los otros dos varones y como consecuencia de ello tuvieron
que buscar un hombre nuevo. Estuvieron durante un mes entrevistando
a candidatos y finalmente eligieron a Josué que provenía de una región fría de
Centroeuropa, también con una baja cuota contaminativa. Al principio todo fue
bien pero después de un tiempo el nuevo comenzó a ponerse nervioso con los
asuntos reproductivos y los plazos. Ahora estaban en el punto en que tenían
unos calendarios reproductivos exahustivos controlados férreamente por Josué,creando muy mal ambiente en el home. El sexo fecundativo era el centro de cualquier
actividad de la casa, todo tenía que estar supeditado a esas sesiones sin
descanso ni disculpa y Josué era el severo guardián de ello.
Las chicas tampoco lo llevaban bien pero a Rick
esta situación había llegado a obsesionarle hasta tal punto que únicamente
soñaba con el mes de labores estatales para poder huir del home y de Josué, con
el que ya había tenido algunos altercados muy violentos aunque nunca llegando a
lo físico.
- ¿Las chicas estarían dispuestas a declarar ante el juez corroborando lo que dices?
- Yo creo que sí.
- Porque si es así quizás lo mejor es que pidierais la expulsión de Josué del set, aduciendo y demostrando que realmente os está acosando. Y eso no os costaría nada a ninguno.
- Ah, estoy tan agobiado...
- Yo creo que lo mejor es que hables con ellas y me cuentes. ¿Cuando tienes tu próxima labor estatal?
- Este semestre ya la he tenido, en Septiembre marcho a China a recolectar algodón.
- Pues convendría moverlo rápido.
Mientras Rick esperaba el transporter que acababa
de solicitar pensaba en la forma de abordar el asunto con Rita, si conseguía
convencerla la cosa sería mucho más fácil con las otras dos. En las violentas
disputas con Josué siempre le habían frenado, lo que era un motivo de
agradecimiento hacia ellas, pero estaba seguro de que su nivel de hartura era
muy similar al suyo.
Pronto llegó el transporter, que asió con la mano
derecha elevándose automáticamente a toda velocidad hasta alcanzar el nivel que
le conduciría al home.
Por primera vez en muchos meses Rick no sentía
rechazo a volver a su casa.
© Copyright de los textos, Alvaro Emilio Sánchez Tapia, 2020
2020.01
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