martes, 10 de marzo de 2015

La indignidad inferida de este gobierno del PP.



En los gobiernos de España a lo largo de la historia ha podido haber personas indignas.

Pero hay un gobierno especial, uno que se ha empeñado en implantar la indignidad entre nuestras gentes apoyándose en el poder que esas mismas gentes mayoritariamente le han otorgado con su voto.

Hace unos años, no demasiados, a la gente le preocupaba tener un trabajo digno, una casa digna y actuar dignamente con respecto a nuestros semejantes. Sí, sé que no todos, pero la dignidad era un valor al que aun nuestra sociedad estaba dispuesta a preservar

Pero llegó este gobierno del PP y con su política económica ha forzado a muchas personas a tener un trabajo indigno en el que con la amenaza del despido barato o gratuito le fuerzan a hacer horarios indignos, en condiciones laborales indignas, con cambios de ubicación arbitrarios, teniendo que poner a sus seres queridos en un segundo o tercer plano para subsistir y teniendo que aceptar un sinfín de condiciones indignas que hasta hace unos años eran impensables. Eso en el mejor de los casos, porque otras se han tenido que acostumbrar a la indignidad de no encontrar trabajo a pesar de ponerse en situaciones absolutamente indignas para conseguirlo. Otros se han visto obligados indignamente a aceptar trabajos no regularizados para poder tener unos ingresos indignos con los que poder mantener un sitio donde resguardarse y algo de comida para ellos y sus familias.

Incluso hay gente que este invierno ha pasado indignamente frio en sus viviendas, han pasado la indignidad de no haber tenido una higiene digna, ni un vestido también digno. Que han malcomido indignamente, o incluso más, que no han podido ofrecer la alimentación digna que sus jóvenes hijos necesitaban.

La indignidad se extiende porque se impone y además, no nos olvidemos, se contagia. Si alguien está en una situación extrema y ve que otro ha actuado indignamente para sobrellevarla, la ve de otra forma, se vuelve más proclive hacia ella.

Una persona necesita tener cubiertas sus necesidades más básicas para pensar seriamente en la dignidad.

¿Hasta dónde quiere llevarnos el PP?, ¿hasta dónde quiere el PP expandir la indignidad? ¿son, tan siquiera, conscientes de ello?

Con el tiempo es posible que una amplia capa de nuestra sociedad no sepa que significa esa palabra: DIGNIDAD.

Muchos gobiernos han podido ser indignos, pero, por lo que sea, ninguno ha promovido la indignidad como el gobierno actual.


Y sigo preguntándome: ¿son conscientes de ello? porque tengo dudas.



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