Vitalaza.
Este bar merece una entrada por si sólo. Los primeros sábados de cada mes se convierte en algo más que eso.
Bien, muy bien. El local es grande,
rectangular, la barra está a la izquierda y es larga, Hay amplitud también para
los que están al otro lado de ella. Al fondo una zona donde se colocan los músicos
y que imagino que en un día normal estarán las mesas para comer.
Suficientemente bien de luz y decoración de bar setentero que le va mucho. Allí
lo que es importante es el ambiente y de eso lo hay todo (por lo menos ese día
especial). Un par de teles colgadas en lo alto de las paredes. Teles de tubo
como dios manda en un sitio como este.
Ambiente rockero festivo, bueno, muy bueno.
Más viejos rockeros que jóvenes, pero, ya sabéis, un viejo rockero lo es a
partir de los 25, o sea, que tal y como está el rock hoy en día, casi todos
somos viejos rockeros. Botellines de Mahou rojos a 1,30 con un buen pincho
servido rápidamente y sin regateos, destaco unos choricitos fritos... mmmmmm,
supercojonudos. Colegas charlando amistosamente en grupos mientras se toman el llín
(ya sabéis bote-llín) esperando a que empiece el concierto. Niños y niñas moviéndose
por el bar, unos disfrazados de Halloween y otros no. Un puesto de pulseras,
sortijas, collares y demás “utensilios” a precios muy populares. Una barra muy
bien atendida, con gente agradable y eficiente. Color negro predominante, con
cuero y sin él, pelos largos quien puede y rapados completos quien no. Chicas
rockeras. En las teles los entrenamientos clasificatorios de la Formula 1 (no
se si se dice así).
Tras una corta espera, sobre las 14.20
empezaron a tocar. Era blues, esa música que iniciaron los negros
norteamericanos y que derivó en el rock en los años 50 del siglo pasado. Mirad
las fotos, los dos tíos del centro, cada uno con su armónica y cantando (hubo
algún dueto-pelea de armónicas que me encantó). El tío bajito de la izquierda
con chaleco y camiseta roja es, desde mi punto de vista, un muy buen guitarrista.
Un contrabajo al fondo que no se notaba a no ser que te fijaras en él, como
debe ser la mayoría de las veces. También había una guitarra de acompañamiento
y una batería.
Música de blues en directo, unos botellines,
unos buenos pinchos, unos cigarritos fuera, en la puerta, para quien fume, y un
ambiente cojonudo y sobre todo autentico ¿Que más queréis? ¿Se puede encontrar
un aperitivo mejor un sábado a mediodía? Os lo recomiendo.
¡Tenía que ser en Vicálvaro!
MAS FOTOS ABAJO.
Bar Vitalaza. C/ Los Gallegos nº46 (Vicálvaro).
Primeros sábados de cada mes “VermúJams” o “Aperitivos Musicales”.
Página Web: http://barvitalaza.wordpress.com/
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