jueves, 10 de enero de 2013

La caridad no es la solución.


Esto que os incluyo abajo es un articulo de Carlos Martínez García, Presidente de ATTAC Andalucía.

El artículo me gusta porque va sobre algo en lo que pensaba hace unos días. La "caridad" no debe ser la solución generalizada a los problemas económicos de los ciudadanos de un país. Debe ser una excepción, la solución para una mínima minoría. Y si esa minoría no existiera, mejor.

Haciendo un símil: La solución para un trabajador no son las propinas, sino un sueldo justo.

Otra cosa es que la caridad sea un valor loable y que una persona caritativa merezca mis respetos y admiración.

Me conforta y defiendo en cualquier caso la caridad emotiva, esa que hace que alguien ponga la mano en el hombro, o abrace, o brinde su atención y cariño a otra que necesita apoyo, dialogo, comprensión o desahogo.

La caridad generalizada como forma de vida, lo siento, no me gusta, hace que me acuerde de la gran película de Berlanga, PLACIDO, y no me gustaría que volviéramos a esos tiempos. 


El peligroso resurgir de la caridad.

27 Dicembre 2012

http://www.attacandalucia.org/el-peligroso-resurgir-de-la-caridad/


Estamos en la celebración cristiana del solsticio de invierno o Navidad, ahora para católicos y protestantes, y dentro de quince días les tocará el turno a los ortodoxos griegos y rusos. Pero no es esto, ni el perder una línea en comentar el discurso del monarca impuesto por el dictador Franco a los pueblos del estado español, lo que me mueve a escribir hoy, 25 de Diciembre de 2012.
Estamos viviendo, ante los recortes de servicios públicos y el empobrecimiento de la mayor parte de las clases populares, los indices masivos de paro y los desahucios o el incremento de personas que sufren hambre, el nacimiento de la receta de la derecha y los medios de comunicación a sus órdenes que son TODOS sin excepción: la Caridad.
Ante la congelación de las pensiones, los millones de personas sin prestaciones, la ausencia de las pagas extras de navidad y la pobreza extensa castigada por los copagos sanitarios y las privatizaciones, una nueva formula de los ultra-liberales y neoliberales que nos dominan, es activar la caridad mediante donaciones de juguetes, comida no perecedera, comedores “sociales”, colectas e imágenes de parados y jubiladas celebrando algún premio de la lotería.
La perversión criminal del sistema genocida que sufrimos tiene ya un remedio a sus recortes y abusos, la caridad. Los mandatarios del PP -pero no sólo- organizan colectas como la de la Diputación de Granada, presidida por un neo-falangista que se dedica a despedir a trabajadoras y trabajadores de servicios sociales, al tiempo que organiza en su institución una recolecta de juguetes para niños pobres. Tal vez el año que viene volvamos a ver la campaña de los años cincuenta y sesenta de “siente un pobre en su mesa”, perfectamente denunciada en una de las mejores películas de cine español: “Placido”.
Volvemos a la España fría, gris y triste de los años sesenta, incluido el autoritarismo y la hipocresía de la burguesía y las clases medias altas. Volvemos a la Campaña de Navidad y Reyes de la OJE (la organización juvenil franco-falangista). Volvemos a campañas de radio en favor de caritativas monjas y las damas de los roperos. Vivimos unas navidades perfectamente neo-franquistas, rematadas con el mensaje de su patético heredero.
Frente a eso: Dignidad, lucha social y movilización frente a los recortes, las estafas y los robos del poder y de las clases ricas y poderosas, que son las que provocan nuestra pobreza y nos arrojan al paro.
Hemos de denunciar y hacer público nuestro desdén por la caridad navideña, antes de que esta se imponga. Hemos de denunciar a abnegados y caritativos burgueses que reparten sus sobras, a la sopa de los conventos, o a abnegados voluntarios y voluntarias de clase media que suplen a miles de trabajadores y trabajadoras despedidos de los servicios públicos y las ONGs que se prestan a ello.
Hemos de volver a conquistar nuestros derechos ante el asesinato del bienestar y decir alto y claro que hay una forma diferente de organizar la vida, hacer política y repartir. Hemos de luchar frente a la caridad y por la dignidad. No queremos limosnas, solo lo que es nuestro. Socialismo o barbarie. Justicia o hipocresía burguesa.

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