jueves, 6 de octubre de 2011

Route 66



Era por la tarde, Begoña iba conduciendo desde hacía bastantes kilómetros, unos doscientos sesenta, sin pasar de sesenta y cinco ó setenta millas por hora, aburrido que te mueres. Veníamos desde la colorida y típica ciudad de Williams, justo donde está el desvío hacia la carretera que va a Grand Canyon National Park South Rim, al Gran Cañón del Colorado. Estábamos circulando por la mítica “Route 66”, que va desde Chicago a Los Angeles.

Fuera hacía calor aunque en el automóvil llevábamos puesto el aire acondicionado y no sentíamos su agobio. Muy poco antes habíamos cruzado un río Colorado que ya era formal, ya era mayor y se conducía dentro de un cauce convencional. El río separa en esa zona los estados de Arizona, de donde veníamos, del de California hacia donde nos dirigíamos.

La carretera era de dos carriles en cada sentido con unas rectas muy largas. En sentido contrario pasaban muchos camiones enormes, de esos americanos que salen en las películas. Yo iba intentado entretenerme fotografiándolos con el zoom de mi cámara fotográfica. También fotografiaba un cielo azul intenso en el que había unas fotogénicas, mucho, nubes muy esponjosas y blancas. Era un bonito espectáculo en un trayecto muy aburrido

Estábamos inmersos en una zona semidesértica, o sea una zona en la que no hay casi nada, en medio de una extensa llanura en la que no hay tampoco nada, solo calor y algunos pequeños poblados que se veían a lo lejos, apartados de la carretera.

De pronto, a lo lejos, vimos algo que nos llamó la atención, ¿era una estación de peaje? no, no podía ser, en un sitio así no podía haber una estación de peaje, me dije. Pero, o es eso o es un paso de aduana como los que había antes entre España y Portugal, tampoco puede ser, me dije de nuevo, entre dos estados de esta nación no puede haber aduana, es ilógico. Pero según nos acercábamos se veía más claro que había un par de pasillos con barrera por los que habría que pasar. Era lo más parecido a una estación de peaje o un puesto aduanero.

Al llegar Begoña redujo la velocidad y vimos que en uno de los pasillos había una persona, un hombre de uniforme con sombrero de alas, la barrera estaba subida, permitía el paso. El hombre, con el aspecto de los sheriffs de las películas, estaba de pie a la izquierda del paso, antes del corredor al final del cual estaba la barrera.

Nos hizo un gesto levantando la mano de forma cansina para que paráramos. Íbamos los dos un poco aturdidos, ella por llevar conduciendo tanto tiempo y yo por todo lo contrario, ambos por la luz intensa y el aburrimiento de circular tanto tiempo por esas carreteras sin cuestas y sin curvas.  Bego paró el coche al lado del policía o lo que fuera y bajó la ventanilla. El hombre se acercó mascullando algo ininteligible e hizo un gesto que Begoña interpretó como que continuara. Yo no lo interpreté así, aunque tampoco tenía muy claro qué es lo que quería. Arrancó el coche que se movió sólo 3 o 4 metros hacia adelante porque instantáneamente escuchamos un grito, algo parecido a ¡STOP!, que aunque no terminamos de entender bien tuvimos muy claro que era una orden que nos conminaba a detenernos.

Begoña detuvo el coche de nuevo y bajó la ventanilla, el tío se acercaba mascullando de nuevo  algo ininteligible en inglés, yo entendí algo así como "no le he dicho que continuara, ¿porqué lo hace entonces?” con gestos bastante desagradables y despóticos. Cuando al fin llegó a la altura de la ventanilla del coche, Begoña intentó responderle de forma también airada, poniéndose a su nivel. Buff! se me erizó un poco todo mi instinto y se encendieron todas mis alarmas. Asomando mi cabeza lo más que podía para que me viera y levantando la voz en tono firme pero amable le dije "sorry, what do you want?". Me miro y dijo mascullando de nuevo pero un poco más claramente "Where are you coming from?", yo creo que Begoña no entendió nada, yo si le entendí, pero en esos momentos mi cerebro procesó algo distinto a lo que mi oído había oído y el contesté "to San Francisco". Bueno, ... el tío puso cara de santa paciencia cerrando los ojos con un gesto absolutamente despectivo y repitió con los ojos ya saliéndosele un poco de las orbitas " W-H-E-R-E  A-R-E  Y-O-U  C-O-M-I-N-G  F-R-O-M ?" le falto decir a continuación "¡imbécil!", pero daba igual, con los gestos lo estaba diciendo.

A continuación masculló, ya con claros gestos desagradables, "da donda venis" "hay qua saber englis" "not only spanish" “to come here you have to antandar englis,waaaaaaaaaah!" y muchos más ininteligibles ruidos. Cuando pude, en cuanto encontré un resquicio a su “inteligente” verborrea, como si no pasara nada le contesté "we are coming from Grand Canyon, sorry". ¡Ahaaaaaaaaaaaaj, OK!, dijo él, “¡pass! ¡continue!!!” separando el brazo izquierdo de su cuerpo y mostrándonos el camino del pasillo en el que estaba la barrera levantada. Su gesto era como el del que acaba de tener una parrafada con un subnormal y desea olvidarse de él y de lo que ha pasado cuanto antes, apartarle de su vista.

Begoña arrancó el coche y salimos de allí a la mayor velocidad que pudimos.

No sabemos qué era ese puesto de control, ni idea. Tampoco sabemos si el tío era un ranger de Texas, un Policía Montada del Cañada o el Llanero Solitario.
Era un lugar parecido a este

Parecía un control a la entrada de California, pero cuando salimos de este estado hacia Nevada unos días antes no había ningún puesto de este tipo. No se...

No mucho después paramos en una ciudad importante, porque venía en los mapas, la única ciudad antes de llegar a Barstow, nuestro destino de aquella noche. Se llamaba Needles y podía tener aspecto de cualquier cosa menos de lo que nosotros en Europa llamamos ciudad. Necesitábamos repostar gasolina, que si no, no hubiéramos parado.

Ante nuestra sorpresa todas las gasolineras tenían la "regular" a alrededor de USD4,60 por galón cuando a lo largo del recorrido me había ido fijando y la mas cara la había visto a USD3,89 y un precio normal había sido USD3,74.

Elegimos la gasolinera que nos venía menos mal y colocamos el automóvil frente a un poste.

En los postes habitualmente se puede comprar directamente la gasolina sin pasar por la oficina de la gasolinera. En algunos se puede introducir billetes y en casi todos se puede comprar con tarjeta (siempre te indica ó que solo de credito ó que mejor de crédito que de debito), pero mi experiencia me dice que la mayoría (no se porqué) digieren mal las tarjetas emitidas fuera de USA, por mucho VISA o Master Card que sean. En este caso, dado el sitio y la gasolinera, ni siquiera lo intenté.

Entré en la oficina, en la que se estaba fresquito. Detrás de un mostrador había una mujer negra muy, muy gruesa, obesidad mórbida creo que se llama. Le dije que necesitaba llenar el deposito y la enseñé mi tarjeta, me dijo que de acuerdo pero que tenía que quedarse con la tarjeta mientras repostaba. Bueno, solo podría haber sido un poco más amable al decírmelo.

Mientras repostaba, llegaron un par de coches más. En uno iba una pareja española, que luego nos encontramos en nuestro mismo hotel de Barstow, y en el otro iban tres chicas y dos chicos. Cuando Begoña decidió entrar al WC ya había una cola de seis personas para un solo aseo.

Bueno, finalmente conseguimos salir de allí, después de pagar la gasolina un 18% más cara, de esperar un cuarto de hora para pasar al WC y de aguantar los modos poco amables de la gorda. Los españoles se fueron unos cinco o diez minutos antes que nosotros.

Nos pusimos de nuevo en carretera, fuera hacía mucho calor y el sol era muy fuerte. A partir de ese momento ya cogí yo los mandos del coche pues Bego no puede conducir de noche.

Ese es el Estados Unidos que no me gusta, el de gente desagradable, el de la gente intolerante, el de los lugares en los que te encuentras indefenso, sólo. El de nunca saber si la persona de uniforme con la que hablas es un policía o un guardia de seguridad privado ó un tío con un revolver.

Pero realmente he de decir que aunque durante el viaje nos encontramos en alguna otra circunstancia parecida, fueron muy pocas, una minoría muy pequeña. La gente allí, en general, tampoco es así.


http://blogkoke.wordpress.com/2010/01/29/route-66/
    

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