jueves, 17 de marzo de 2011

Adaptación

Las personas, cuando sufrimos un revés, una agresión, no nos acostumbramos, costumbre no es la palabra, sino que con el paso del tiempo nos adaptamos, esa SI es la palabra, ADAPTACION.

Durante el proceso de adaptación muchas cosas cambian, no solamente nosotros.

La adaptación consiste en que cambiamos para adecuarnos a la nueva situación que se generó trás la agresión. Puede tratarse de un cambio de costumbres, de actitud, de ideas, etc..., pero nuestro cambio arrastra, sin quererlo, al de algunas cosas que hay a nuestro alrededor, las hacemos cambiar nosotros, no deliberadamente, sino como parte de un proceso vital.

La situación de lo que nos rodea ha cambiado, hay un antes y un después.

Al cabo de algún tiempo, y a consecuencia de nuestra adaptación, nos sentimos mucho más confortables y, si el revés no ha sido muy importante ó grave, puede ser que hasta nos olvidemos de él.

El cambio en el entorno que nos rodea permanece y quizás eso sea una venganza contra el que nos ha agredido.

Porque posiblemente ese cambio que se ha producido, que hemos generado en nuestro entorno para sentirnos cómodos en nuestras nuevas circunstancias, se haya vuelto contra él.

Sin embargo nosotros somos más fuertes.

Quien sabe, quizás la vida sea sabia y se vengue de los agresores. 


------------------------------------------------------------------

Ha entrado en mi mismo vagón, en la puerta de al lado de la que yo utilizo todos los días. Se ha sentado. Antes de que el tren llegara a nuestro destino se ha levantado y ha ido caminando, con el vagon en marcha, hacia la cabecera. Siempre sube por las escaleras mecánicas que están en cabecera, como casi todo el mundo. Yo utilizo las que hay en cola, aunque tenga que subir a pié, hay mecanicas pero son de bajada, puedo subir con tranquílidad, sin aglomeraciones.

¿Me estará siguiendo?

Esta vez he subido muy despacio para no adelantarme. Pasando por el hall hemos salido a la calle. Yo seguía detrás. Ha vuelto a torcer por la calle Bruselas pero, aunque no he podido verlo bien -no quería pararme a mirar- ha bajado por la acera de la derecha. En ningun momento ha cruzado de acera, o por lo menos yo no lo he visto.

¿Se habrá dado cuenta y querrá darme esquinazo?

Tengo que pensar qué voy hacer la próxima vez.

No hay comentarios: