viernes, 21 de diciembre de 2012

Una vergüenza y una pena

 

Hola amigos, a mi me gustaría seguir viviendo y conviviendo libremente en un país libre.

Había un tiempo en el que los ciudadanos nos podíamos manifestar libremente, pequeñas concentraciones pacificas de barrio, o en la escuela universitaria, o en las empresas (a la puerta de la mismas), en espacios públicos en general para expresar nuestra protesta por cosas que nos parecían injustas.

Antes hubo otro tiempo en el que cualquier manifestación estaba prohibida, llegaban las fuerzas de seguridad y disolvían de forma intimidatoria cualquier intento. Me refiero a cuando Franco aun vivía.

Ayer acudí a una concentración en el Centro de Salud de mi barrio, en Vicálvaro, contra la privatización de la Sanidad Publica. Cuando llegué había fuera policía municipal y ningún manifestante. Dentro del Centro había sólo unas pocas personas con un par de pancartas.

Yo llegué sobre las 19.10 y la concentración estaba convocada para las 19.00.

Hoy una amiga me ha enviado un email de un vecino de Vicálvaro. Tened en cuenta que lo de las multas se refiere a cantidades del orden de 600€ y os aseguro que las están poniendo, después de pedir la documentación a la gente. Y la gente se la da a la policía justo por eso, porque son pacíficos, indignados, cabreados, pero pacíficos.

Este es el email del vecino de Vicálvaro.

Enviado: Jueves 20 de diciembre de 2012 22:32
Asunto: [APVicalvaro] concentración de hoy en el centro de salud de artilleros

Hoy se ha desarrollado la concentración en defensa de la sanidad publica que convocó la plataforma en defensa de los servicios públicos de vicálvaro. Como quizás algunos sepáis, esta concentración se intentó “legalizar” (ya sabéis que este término no es correcto, puesto que la constitución solo obliga a comunicarlo) pero pese a que se comunicó a delegación de gobierno, esta se amparó en los 10 días reglamentarios para denegar el permiso. Por cierto, este derecho no viene limitado por la constitución, son estas ratas fascistas las que imponen unos 10 días absolutamente arbitrarios (¿porqué no 1 mes, 6 meses, 1 año, cien años?). En cualquier caso, estos impresentables enviaron un motorista a la asociación de vecinos para entregar la comunicación a Luismi, y otro al centro de salud para comunicárselo a los trabajadores. Estaba claro que nos iban a aplicar la doctrina “APV” y se preparaban para inflar a multas a la asociación y a los participantes. 2 horas antes de la concentración había 2 furgonetas de antidisturbios y varios coches patrulla dando vueltas por el barrio ,intimidando.

Pese a ello, a la hora prevista (por nosotros, a ellos se les había comunicado que era a las 18:00) unas 60 personas se juntaron en la puerta del centro de salud. Luismi comunicó que se suspendía la concentración . La gente se mantuvo ahí. Un viejo gritó ¡No sabía que Franco ha resucitado! y entre unos y otros mostramos nuestra indignación ante la deriva fascista y dictatorial que están tomando las cosas. Se propusieron varias cosas:

1. Convocar otra concentración para el día 10.
2. (no expongo lo que pone aquí porque no viene a cuento)

Los profesionales del centro de salud agradecieron sobremanera nuestra presencia. Estos valientes llevan de 8 a 15 días perdidos de sueldo dependiendo de los casos, se han estado encerrando durante semanas... y están cansados. De hecho, nos invitaron a entrar y asamblearnos dentro. Y eso hicimos, de forma que nos manifestamos dentro del centro.

Pienso que les hemos dado esquinazo, hemos aumentado el ánimo y la combatividad de los trabajadores y aumentado el nivel de conciencia de los usuarios, que por cierto, eran mayoritariamente gente de 60 para arriba, excepto los 15-20 activistas de siempre. La represión nos da fuerzas, y encima no han logrado su objetivo. A la salida había un grupo de 4 nacionales, pero hemos salido en pequeños grupos y no han tenido excusa alguna para tomarnos los datos.

En fin compas, represión va a haber, y creciente, pero al juego del gato y el ratón sabe jugar el gato, pero también el ratón. Y los ratones somos más y siempre acabamos zampándonos el queso.


Qué pena!!!!! Qué vergüenza!!!!!
  
  

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