jueves, 22 de marzo de 2012

De aquellas aguas vienen estos lodos.

  

Tasa Tobin, un amor tardío

Serge Halimi – ATTAC Francia
      
Hace 15 años, Le Monde diplomatique, al igual que ATTAC, difundió la idea de aplicar un impuesto a las transacciones financieras, que se conoció como “Tasa Tobin”. Todos los políticos del establishment, liberales o socialdemócratas, la denostaron. Hoy Sarkozy, uno de sus activos enemigos, la esgrime con fervor.
En 1997, este periódico popularizó la idea de un impuesto a las transacciones financieras (1). Por entonces, estas últimas representaban quince veces la producción anual mundial. Hoy, la proporción es casi de setenta a uno. Hace quince años, no se hablaba mucho de créditos subprime y nadie imaginaba una crisis de la deuda soberana en Europa. La mayoría de los socialistas europeos, obnubilados con Anthony Blair, ponían las manos en el fuego por la “innovación financiera”. En Estados Unidos, el presidente William Clinton estaba dispuesto a alentar a los bancos comerciales para que especularan con el dinero de sus clientes. En cuanto a Nicolas Sarkozy, extasiado ante el modelo estadounidense, alababa la política (preñada de futuras calamidades) que llevaba a cabo la Reserva Federal (2). Y soñaba con créditos subprime a la francesa…
Basta decir que, en 1997, el impuesto Tobin no tuvo buena prensa: ¡si todo iba tan bien! El ministro francés de Economía y Finanzas, Dominique Strauss-Kahn, lo consideró impracticable desde el principio. Y Sarkozy fue terminante: “El asunto del impuesto Tobin es absurdo […]. Cada vez que penalizamos la creación de riqueza en nuestro territorio, favorecemos la creación de riqueza en los demás” (3). Apenas convertido en presidente de la República, le encargó a su ministra de Economía y Finanzas, Christine Lagarde, que suprimiera un impuesto bursátil. La actual directora general del Fondo Monetario Internacional lo justificó del siguiente modo: “Es una medida que contribuirá a reforzar el atractivo de París como plaza financiera”. Sin esto, advertía, “la ejecución de cierto número de órdenes [se haría] desde plazas extranjeras que [hubieran] abolido hace tiempo impuestos equivalentes” (4).
Después, los acontecimientos mostraron la incuria de los responsables políticos que esperaban beneficiarse con la “innovación financiera” a través del dumping fiscal. Los Estados salvaron a los bancos sin más contrapartida que ganancias aun más robustas. Pero, aunque no se tomó ninguna decisión contra el sector financiero, hoy todos disputan por ver quién lanza la proclamación más rimbombante contra el “dinero rey”. En Estados Unidos, hasta los candidatos republicanos ultraconservadores fustigan a los “buitres” de Wall Street que “se roban el dinero de tu empresa, provocan tu quiebra y se van con los millones”.
Así pues, no sorprende demasiado que, cuatro meses antes de terminar su mandato, Sarkozy pretenda “hacer participar al sector financiero en la reparación de los daños que él mismo provocó”. Queda olvidado lo “absurdo” de un impuesto sobre las transacciones financieras; se ha evaporado el peligro de ver eclosionar en el extranjero los huevos de oro de la especulación.
Nosotros también podríamos seguir contentándonos con “poner palos en la rueda de las finanzas”, como exigía el economista James Tobin. Pero, ya que ha quedado claro que éstas son un bien público vital cuyos accionistas pueden tomar de rehén a la población, nosotros también tenemos que avanzar. Y exigir que los bancos dejen de pertenecer a intereses privados.
Notas:
1. Ibrahim Warde, “Le projet de taxe Tobin, bête noire des spéculateurs”, e Ignacio Ramonet, “Désarmer les marchés”, Le Monde diplomatique, París, respectivamente febrero de 1997 y diciembre de 1997.
2. “Si tuviera que elegir un modelo, sería el de Alan Greenspan. Siempre actuó con pragmatismo y humildad”, declaró Sarkozy al diario Les Échos el 23 de junio de 2004.
3. Canal de televisión France 2, 7-6-99.
4. Debate en el Senado, 23-11-07.
Serge Halimi es Director de Le Monde diplomatique.
Traducción: Mariana Saúl
Publicado en Le Monde diplomatique Chile
      

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