miércoles, 21 de marzo de 2012

Tres cosas han sucedido hoy


 
Hoy han sucedido en Madrid tres cosas que hace tiempo que no pasaban, unas más tiempo que otras. Por orden, la primavera, la nieve y la lluvia.

Después de muchos días soleados, unos más fríos y otros más calurosos, llegó el tiempo gris, melancólico, triste. Hace unos pocos días, una persona a la que empiezo a apreciar, me decía algo así como que la tristeza o la alegría de los días no la marcaba el sol o la lluvia. Yo la hice caso, hacía mucho tiempo que no tenía un día melancólico.

Hoy, siento decir, que mi ser no le da la razón. En un día nublado, en un día gris, llueva o no, pero si llueve más, mi espíritu se mueve entre la melancolía y la tristeza. Y lo peor es que... no me gusta, pero es así.

Hay personas a las que les gusta la melancolía, imagino que la tristeza no. Siempre he pensado que se trata de personas tranquilas y románticas, pero no en el sentido en que lo soy yo. Para mi el romanticismo es rebeldía, es la búsqueda casi ciega de uno mismo y de la felicidad, aunque esté demasiado lejos, aunque esté escondida.  

Esta mañana al salir de casa me he encontrado con la nieve, mi coche estaba lleno de ella, esponjosa y blanca. El limpiaparabrisas, por sí solo, ha sido capaz de retirarla, así de suave era.

Camino de la oficina nevaba, solo un poco, eso que algunos llamamos aguanieve. Era agradable, pero no bonito, había poca nieve en el suelo, no había cuajado bien. Era agradable, pero no peligroso, justo por el mismo motivo.

Como era muy temprano, había muy pocos coches circulando y casi ninguna persona caminando. Luego, cuando he dejado el coche en el parking, he salido un rato. Ya no había nieve, ni en los coches, ni en el suelo, ni cayendo, había lluvia y gente por la calle.

Una chica corriendo, de una forma chocante, con las rodillas muy juntas y levantando las pantorrillas hacia adelante pero también hacia los lados, alternativamente, derecha, izquierda. Podéis pensar que llevaba una falda estrecha, pero no, llevaba pantalones.

Como siempre todo muy gris en todo, la lluvia fina, de la que dicen que es buena para el campo. La gente llevaba paraguas, pero como todos los días con la misma mirada perdida de la mañana de un día de trabajo. Expresiones serias y concentradas hasta en la pequeña que iba de la mano de su mamá con un paraguas de plástico transparente.

Muy pocos coches, poquísimos, debían de estar todos en los atascos de entrada a Madrid.

Una buena noticia en el periódico, a Matas, ex-presidente de Baleares y ex-ministro con Aznar, se le ha caído el pelo, seis años de cárcel por corrupción y aun tiene varias causas pendientes. Un político chorizo menos, aunque aun quedan muchos.

Me digo, no todo es malo en un día gris, de lluvia, ... pero prefiero el cielo azul y la calle llena de vivos colores.
  
  

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Álvaro, la lluvia es vida. Todo se moriría sin agua. Recuerda esos documentales del África seca, la gente buscando agua a kms. los animales muertos, las plantas sin vida. Para ellos un pozo es su mayor tesoro.

Siento decirte que aunque no te guste la lluvia, tendrás que ser solidario para no dejarnos sin agua, jejeje y desear que haya muchos más días así.

Hoy ya tienes un radiante día y seguro que has ido al trabajo cantando: "un rayo de sol..." o si tienes voz prodigiosa eso de: oh sole mío...

Bromas aparte, te deseo que cada día lo tengas lleno de ilusiones, al margen del tiempo climatológico.

Un abrazo.

__mag__

Alvaro dijo...

Si _mag_, tienes razón jejeje.

Yo siempre digo que llueva de 11 de la noche a 7 de la mañana de lunes a jueves (por supuesto nada en verano). Pero nada, no me hacen caso :).

Hoy estoy feliz, aunque ayer no acabé mal el dia...

Gracias por tus deseos, lo mismo para ti, mucha ilusión, alegría y sueños.

Besos.

PD. Tu ultima entrada en tu blog me ha gustado mucho, mucho. Tocas muchos hilos y todos desde una perspectiva optimista (o eso me ha parecido).

;) FELIZ FINDE, esta semana laboral ya está acabada.