jueves, 28 de junio de 2012

Hoy no quiero hablar de nada




No, hoy no quiero hablar de nada.

No quiero hablar de estos días de terracitas y futbol en los que el calor nos abruma pero en los que estamos siempre rodeados de gente. Gente en la calle disfrutando, olvidándose por momentos de los problemas que tienen y los que están por venir.

No quiero hablar de las vacaciones que tenemos ahí al lado, esperando. Quizás solo para estar en casa sin hacer nada. O para ir al parque por la mañana temprano para hacer ejercicio antes de que el calor no lo permita. O para ir a visitar a algunos amigos que hace tiempo que no vemos. O para quedar a la caída de la tarde con esos otros amigos a los que vemos a menudo pero con los que tan bien nos encontramos. Y para echar nuestra siesta, aunque solo sean veinte minutos. O para no madrugar. O, solo los que pueden, que cada vez son menos, para hacer un viajecito a algún lugar que nos guste, sea exótico o no. O para ir a una playita a tumbarnos al sol, bueno debajo de una sombrilla es más aconsejable, y ponernos morenos. O para hacer excursiones por el campo en ese maravilloso norte que tenemos llamado Asturias o Cantabria o Pirineos o Euskadi... En fin, para que nuestro cerebro se relaje y descanse un poquito, eso es bueno para el cuerpo.

No quiero hablar de ese cielo azul que, salvo en contadas ocasiones, nos va a acompañar en Madrid todos los días hasta, por lo menos, mediados de agosto.

Tampoco quiero hablar de los llines (bote-llin) de cervecita rica y fresca que algunos nos estamos tomando para saciar la sed y para hacer sociabilidad con quienes nos los tomamos.

Por supuesto que tampoco quiero hablar de esos niños que ahora pueden disfrutar de verdad de sus padres si la prima de riesgo y los recortes sociales se lo permiten.

No quiero hablar. Estoy muy cabreao con Rajoy, con ZP, con la Merkel, con los mercados, con la prima de riesgo y... sobre todo, sobre todo con EL RESCATE.

!La madre que les parió a todos! Bueno, en realidad las pobres madres solo tienen una culpa, la de haberlos parido. El mundo sería mucho más feliz si no hubieran nacido algunas personas.

Os deseo a todas y a todos unas felices vacaciones. Donde sea y como sea.

Eso si, como siempre, a la mala gente, a las malas personas, a las que nos putean y no nos respetan, a las que nos hacen daño porque sí, porque solo piensan en ellos o en quienes les pagan, a esos NO. Que les den.
    
    

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