El pasado viernes llovió en Madrid y lo hizo
de una forma continua, desordenada y canalla. Algunas veces sucede así, muchos días de
sequía, muchos días sin caer una sola gota y de repente llega uno en que se
abre el cielo y cae toda el agua que pueda caer más un poquito más. Además se
juntó con la huelga de metro y autobús, todo Madrid atascado por unos motivos u
otros.
Por la mañana, que fue gris oscura casi negra,
salí de casa, de Vicálvaro, en mi coche, intentado huir de aglomeraciones y
retrasos en el metro.
Rápidamente nos encontramos con el atasco,
antes de llegar a la rotonda donde se coge la R-3, mucho antes de la
rotonda de la M40. Desde ahí hasta llegar al trabajo fue atasco tras atasco,
uno detrás de otro.
La lluvia no ayudó, pero la policía municipal
tampoco. Yo me preguntaba donde estaban tantos de ellos que tenemos, y que pagamos, para poner
multas o para que cuando haya un accidente sin importancia en la Calle 30 haya
tres coches de policía y una sola ambulancia.
Una de las labores de la policía es regular el
tráfico ¿no? Los agentes de movilidad deberían saber hacerlo, entiendo, pero
no, nada, ni uno solo.
En fin, policías disfrazados de tropa de Dark
Vader reprimiendo a porrazos a manifestantes pacíficos en Neptuno el día 25-S (los días de después ya no había tanto pacifico), policías
vigilando las calles en horas valle para poner todo tipos de multas, pero ningún
policía para ayudar realmente a los ciudadanos cuando lo necesitan.
Una pena.
Bueno, no, en realidad es una mierda.
1 comentario:
Es vergonzoso el comportamiento de la policia, me recuerda viejos tiempos, que lástima.
Un beso Alvaro.
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